Medio siglo de Pasión en Hiendelaencina
Este Viernes Santo, a partir de las 12:15 horas, el pueblo serrano cumplirá el 50 aniversario de su Pasión Viviente, de Interés Turístico Regional desde 2001
Guadalajara - Publicado el - Actualizado
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A las 12:15 horas de este Viernes Santo, 7 de abril, Hiendelaencina volverá a escenificar la Pasión y Muerte de Cristo, cumpliéndose 50 representaciones desde su inicio, ya que, a pesar de que la climatología adversa o cualquier otro imprevisto no han impedido su celebración, la pandemia supuso un parón inevitable para la Pasión Viviente del pueblo minero.
"Un año estuvimos a punto de suspenderla porque amaneció el Viernes Santo a las 8:00 horas con cuatro dedos de nieve y otro año falleció un vecino, pero la hicimos en honor al ausente", ha recordado Luis Torrejón, colaborador de la Asociación Socio-Cultural 'Loín de la Encina', responsable de la organización, poniendo énfasis en el hecho de que "el Covid sí que pudo con todos nosotros".
Sin embargo, precisamente la superación de la pandemia ha incrementado si cabe la ilusión de las gentes mineras por celebrar intensamente el 50 aniversario de una Pasión que cuenta desde 2001 con la Declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional.
"Todos los vecinos del pueblo participamos de un modo u otro", ha señalado orgulloso Torrejón, calculando que "en los escenarios, entre actores con papel directo y figurantes, rondamos los 120, 150", cifra a la que hay que sumar las personas encargadas de la luz, el sonido, decorados, vestuario, ambientación y demás infraestructura necesaria que hay detrás de la representación, que, "cada año es más sofisticada y mejor, hasta conseguir una performance cada vez más profesional", ha añadido el colaborador, pero dejando muy claro que en todo caso se trata de "vecinos, ninguno profesional, pero todos con mucha ilusión".
Impulsada en 1972 por el entonces sacerdote Don Bienvenido Larriba y el maestro Abelardo Gismera, junto con un grupo de jóvenes, que sacaron a la calle el Vía Crucis que realizaban en el interior de la iglesia, la representación de Hiendelaencina ha conservado los diálogos iniciales, que, aunque basados en la transcripción literal de los Textos Bíblicos, fueron escritos con un lenguaje popular, fresco y respetuoso, permitiendo la improvisación actoral en algunas ocasiones.
Y es que, el riguroso directo de todas y cada una de las escenas es un plus de calidad de la Pasión Viviente de Hiendelaencina, en la que, salvo "unas músicas, que evidentemente están grabadas, la locución de los actores que tienen texto es absolutamente en directo, con sus nervios, con sus virtudes y con sus fallos", ha explicado Luis Torrejón, asegurando que "lo hacen estupendamente todos".
La Plaza del pueblo y un cerro a las afueras con el majestuoso Alto Rey como telón de fondo son los dos enclaves que sirven de escenario para la representación serrana.
"A las 12 y cuarto entran todos los actores hacia la plaza para empezar las escenas: la última cena, el huerto de los olivos, los juicios de Caifás y Pilatos, la negación de Pedro, la historia de Judas", ha apuntado Torrejón.
Una vez terminados los actos en la amplia plaza de Hiendelaencina, "se cogen las cruces, con el cirineo ayudando a Cristo, y nos acercamos a un cerro en las afueras del pueblo, con el fondo espectacular del Alto Rey y con un sonido impresionante porque muy cerca tenemos el Barranco del Bornova, donde se representan la última caída y la crucifixión, que es el momento culmen de la representación de la Pasión Viviente".
De este modo, vecinos y visitantes, que llegan a ser más de 3.000 cada año, se emocionarán hasta el estremecimiento este Viernes Santo contemplando la Pasión Viviente de Hiendelaencina.