ENTREVISTA
De Senegal a Barroman: "Un pueblo sin bar es como una persona sin alma"
Mamalú Camara lleva tres años regentando el bar de este pueblo abulense que no encontraba quien se encargará de él después de la pandemia
Ávila - Publicado el - Actualizado
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Para muchos pueblos es más que un lugar de encuentro y reunión entre vecinos. Es un lugar de unión, de recreo, el sitio donde echar la partida, de convivencia e incluso me atrevería a decir que de confidencias, donde lo de tomarte un chato o una caña es lo de menos y lo de más es compartir el rato con tus vecinos. Es el bar del pueblo, ese de ¡Nos vemos en el Bar de Pepe! o ¡te espero en el Bar de La Mari!. En muchos municipios sólo hay uno, pero es fundamental mantenerlo abierto, porque para muchos pueblos es el único lugar donde juntarse.
Nos vamos hasta el bar Teranga, en Barroman, un pequeño municipio de Ávila con menos de 150 habitantes. Como otros tantos negocios tuvo que cerrar durante la pandemia y después no había quien quisiera quedarse con él. La entonces alcaldesa, Chari García, para facilitar las cosas decidió sumar a quien quisiera quedarse con el bar del pueblo, una vivienda... Así llegó a Barroman Mamalú Camara, que procedente de Senegal lleva tres años regentando este bar municipal. Camara es plenamente consciente de que el bar para los vecinos del pueblo es más que un bar, “es un centro social”.
En total Camara lleva nueve años en España, primero en Santander, después llegó a San Esteban de Zapardiel en la provincia de Ávila, allí trabajando de camarero conoció a muchos de los vecinos de Barroman que por entonces no tenían bar y acudían al del pueblo cercano. Ahora son sus vecinos y clientes. Y es que dice Camara que “un pueblo sin bar es como una persona sin alma”.
Para Camara ha sido importantísimo que además del bar, la entonces alcaldesa le ofreciera una vivienda, ya que llevaba años intentando traer a sus hijos de 15 y 8 años de Senegal. Ahora ya llevan un año con él en Barroman.
Confiesa Mamalú Camara que en un futuro le gustaría quedarse en este pequeño pueblo abulense. Todo depende, dice, de que pueda renovar su contrato con el Ayuntamiento de Barroman, en lo que confía.