Cuando jóvenes de Burgos culpan a la víctima de la difusión de fotos íntimas que termina en suicidio
Cerca de 250 alumnos de distintos colegios burgaleses participan en un juicio simulado para enseñarles las consecuencias penales del mal uso de las herramientas digitales
Burgos - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Ponte en situación. Dos jóvenes de Burgos tienen una relación. No se sabe si son novios o no. La chica un día comparte una foto íntima con su pareja. Esa foto acaba distribuida por las redes sociales, por los grupos de WhatsApp del colegio, llega incluso a los padres de los alumnos, sin saber quién la ha distribuido. Esto afecta gravemente al estado psicológico de la víctima y se acaba suicidando.
Eso es lo que han analizado este viernes 250 alumnos de distintos colegios de la ciudad, en un juicio ficticio que se celebraba en el Auditorio el Circulo. Se trataba de una actividad educativa organizada por Ayuntamiento de Burgos junto el despacho legal Innova Abogados. En ella se han revelado profundas preocupaciones sobre la percepción de la responsabilidad que tienen los jóvenes burgaleses en casos de difusión de contenido íntimo en línea. Una oportunidad para que los escolares comprendan las consecuencias penales y desafíos éticos que existen a día de hoy en la era digital.
Uno de los letrados que participaban en la actividad, Jorge García Bustamante, hacía en esta ocasión de juez. “Hacemos un juicio que se ajusta a las reglas reales de cómo es un juicio de verdad, para que vean cómo es realmente. Se trata de ver si la persona que ha recibido la foto es responsable de haberla difundido y del daño que se le ha provocado a la víctima. Y por lo tanto ver la relación causa-efecto que tiene y hasta qué punto es responsable una persona en esa cadena de sucesos”, señalaba.
La audiencia de este juicio simulado estaba compuesta por estudiantes de secundaria. Lo más sorprendente era la reacción de los jóvenes al deliberar sobre la culpabilidad de este trágico suceso. Según Jorge García Bustamante, era "alarmante ver cómo los jóvenes a menudo culpan a la víctima en casos como este. Muchos aún no comprenden la importancia de proteger la intimidad y los riesgos asociados con el intercambio de contenido íntimo".
Antes de dar su sentencia, los abogados se dedicaron a generar un debate con los alumnos. “Les preguntamos, ¿vosotros quién pensáis que es culpable?, ¿quién no? ¿Por qué? De esa forma nos permite ir descubriendo algunos datos con respecto a las pruebas, que no es lo mismo una prueba directa indiciaria, porque los jóvenes no tienen por qué conocerlo, y de esa manera al final les damos nosotros el resultado de la sentencia”, describía.
Preocupación por el pensamiento de los jóvenes burgaleses
Los resultados del juicio simulado dejaban entrever una brecha significativa entre la percepción de los jóvenes y la comprensión legal de la responsabilidad en casos de difusión no consensuada de contenido íntimo. Mientras que la mayoría de los jóvenes absolvieron al acusado, culpando en gran medida a la víctima por compartir la foto inicialmente, los profesores y representantes del ayuntamiento expresaron su preocupación por esta tendencia. "El hecho de que el 80% de los jóvenes considerara al acusado como inocente mientras que los profesores votaban unánimemente lo contrario es revelador. Esto indica que aún queda mucho trabajo por hacer en términos de educación sobre privacidad y responsabilidad en línea", afirmaba.
El abogado apremiaba tanto al Ayuntamiento de Burgos como a los responsables de los colegios de la ciudad a incidir más en la educación de los alumnos sobre estos aspectos. Apuntaba que debería haber “más actuaciones de apoyo en otros ámbitos, porque es muy difícil con una sola actividad tomar plena conciencia de todo. Que esto fuera un punto de partida, pero que pudiera haber luego otro tipo de actividades que apoyaran, porque al final la labor educativa en una cuestión de nuevas tecnologías, que es una cosa que es inevitable que vayan a manejar, el compartir fotografías, es importante dar la educación para que tengan la plena conciencia de qué significa el daño que se puede hacer y cómo se expone uno”.
Los casos de difusión no consensuada de contenido íntimo no son ajenos a Burgos, como confirma García Bustamante. En un mundo cada vez más digitalizado, la precaución y la conciencia sobre la intimidad se vuelven aún más vitales para la protección de todos.
Esta iniciativa no solo busca juzgar, sino también educar y prevenir, recordando a todos que la intimidad es un derecho fundamental que debe ser protegido.