Supera un cáncer de mama gracias a una mamografía en un autobús que pasa cada dos años por su pueblo

Belén Camarero acudió solo por precaución a hacerse este chequeo ya que no se había detectado ningún bulto al palparse. La operación fue un éxito y ahora es voluntaria de la AECC

Raúl González

Burgos - Publicado el - Actualizado

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La lucha contra el cáncer de mama esconde historias muy particulares. ¿Quién puede imaginar que, gracias a acudir a un autobús que pasa cada dos años por tu pueblo para hacer mamografías rutinarias, puedes salvar la vida? Eso es lo que le pasó a Belén Camarero, una burgalesa de Pinilla de los Barruecos, cerca de Salas de los Infantes, que se apuntó a uno de esos reconocimientos simplemente por precaución.

Ella no se había notado ningún problama al palparse el pecho pero quiso prevenir y se subió a ese autobús en 2022, cuando ella tenía 58 años. "No me lo esperaba. A las tres semanas de acudir a ese autobús me llamaron de patología mamaria y en esa misma consulta ya me hicieron una biopsia. Estuve unas tres semanas esperando el resultado de la biopsia, que fue el periodo más difícil, se me hizo eterno", explica Belén.

Le detectaron dos tumores. "La verdad que tenía unas dimensiones muy pequeñitas, nueve milímetros por tres milímetros, pero eran malos. Y la ginecóloga me pasó a una enfermera de patología mamaria, ella me explicó que íbamos a iniciar un camino duro pero que íbamos a salir", relata Belén, a quien lo que más le preocupaba era si saldría con vida de esta. "Yo le pregunté por el pronóstico y me dijo mira, tienes un 95% de posibilidades de curación y yo pensé, bueno, no voy a ser tan tonta de ser ese 5%, yo me voy a curar. Y saqué fuerzas de donde pude".

Otra de las cuestiones que le inquietaban era cómo le iba a contar a sus hijos esta situación, pero se encontró con su mayor apoyo. "Mis hijos lo entendieron perfectamente, me ayudaron en todo momento", apunta.

Proceso en el Hospital

La lucha contra el cáncer de mama fue un proceso en el que también se encontró el apoyo de los profesionales del Hospital Universitario de Burgos. "Estoy encantada. La verdad que desde patología mamaria, oncología... Fue una atención de cercanía, de cariño, de decir no te preocupes que vas a salir adelante y de mucha información. La verdad es que es lo que más me gustó. Me informaron en todo momento, el tratamiento que iba a seguir y, curiosamente, he aprendido un vocabulario médico que desconocía, pero sobre todo destaco su apoyo y cariño", recalca.

La operación fue un éxito. "Estuve 24 horas hospitalizada y salí de cirugía muy bien, tanto que empecé a hacer vida normal al día siguiente", cuenta Belén, que ahora ha querido devolver parte de lo que ha recibido siendo voluntaria de la Asociación Española contra el Cáncer en Burgos. "No lo dudé, enseguida me fui a la sede y me hice socia y voluntaria", asegura.

Un ejemplo de que el cáncer de mama se puede enfrentar con coraje, apoyo y tratamiento y que la detección temprana y los avances en la investigación son la pieza angular para superar esta enfermedad.