Lo que no viste de la victoria del Burgos CF al Calahorra (1-0)
La afición blanquinegra conquistó las calles de Don Benito (Badajoz) horas antes del inicio del partido. A la salida del estadio, el autocar del Burgos fue ovacionado
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los vecinos de Don Benito (Badajoz) sabían que el pasado sábado no era un día normal. Un día de playoff genera un ambiente especial, que se impregna en las calles de cualquier localidad que acoge un evento de estas características. Lo mismo ocurrió en este municipio extremeño, donde los aficionados del Burgos CF se hicieron notar horas antes del inicio del partido que le enfrentaba al CD Calahorra.
En las inmediaciones del Estadio Vicente Sanz se concentraron muchos blanquinegros cerca de la hora de comer, una terraza fue el lugar ideal para llenar el estómago antes de darlo todo animando al equipo.
Los cánticos comenzaron a coger fuerza a medida que la hora del partido se acercaba. Bengalas y bombos pusieron la nota de color y ritmo a las palabras que prácticamente son ya himnos de toda la afición burgalesa.
Algunos -los más afortunados por temas laborales- ya llevaban algunos días en la provincia de Badajoz. Otros tuvieron que pegarse la paliza del viaje, ida y vuelta, el mismo día. Pero las ganas y la ilusión eran mucho más importantes que el cansancio lógico de tan largo viaje.
Y aunque ya estaban todos avisados, no dejó de ser sorprendente el tremendo calor extremeño. Los termómetros ya superaban los 26 grados dos horas antes del encuentro. Un calor incesante, que se mantuvo durante todo el partido y que no quedó más remedio que soportar, pues el fondo en el que se colocó la gran mayoría de la afición burgalesa no tenía cubierta y los rayos del sol seguro que pusieron moreno a más de uno.
La afición sufrió más de lo deseado, en una primera mitad que fue de dominio riojano. Los del Calahorra se apoderaron sobre todo de la posesión del balón y Barovero tuvo que lucirse en alguna jugada. Por suerte, mediado el minuto 30 de partido las tornas se igualaron y, ya en la segunda mitad, el Burgos CF fue más reconocible, aunque el partido finalizó con empate a cero tras los 90 reglamentarios. La afición confiaba en la ventaja que suponía el empate, pues al haber quedado campeón de grupo no sería necesario ir a los penaltis, pero sí hubo que sufrir la prórroga.
La fortuna quiso que el gol del Burgos llegara en los primeros compases de los 30 minutos añadidos. En el minuto 4, Claudio Medina fue derribado por el portero y Juanma se encargó de transformar el penalti. La afición estalló de júbilo y la alegría se extendió ya hasta el final del partido.
Ya a la salida del estadio las bengalas fueron de nuevo protagonistas y los más de 700 aficionados del Burgos CF se acercaron hasta el autocar del equipo para festejar con ellos el pase a la final. El ascenso a Segunda División está muy cerca. Seguimos soñando.