Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado en Burgos

¿Acogerías a un inmigrante en tu casa? Conoce la historia de una venezolana en Burgos que te hará reflexionar

El programa 'Familias, parroquias y comunidades acogedoras' en Burgos invita a superar miedos y transformar vidas a través de la convivencia con personas migrantes

Raúl González

Burgos - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

¿Te has preguntado alguna vez si abrirías las puertas de tu hogar a una persona migrante? Es una pregunta que seguro te lleva un tiempo de reflexión. El miedo que te puede surgir de primeras es normal en un contexto en el que las noticias sobre inmigración suelen estar asociadas a discursos de rechazo o desconfianza. A menudo, se teme a lo desconocido y a la posibilidad de que la acogida se convierta en una carga. Sin embargo, detrás de estos temores también existe la oportunidad de transformar vidas, de conocer a personas con historias de superación y de tejer lazos que enriquezcan a ambas partes.

Este es el reto que el programa 'Familias, parroquias y comunidades acogedoras' plantea a la sociedad burgalesa. Más allá de un simple acto de solidaridad, la acogida puede marcar la diferencia entre la incertidumbre y la esperanza, como lo demuestran las experiencias de quienes ya han participado en esta iniciativa.

Álvaro Tajadura / Archiburgos

Esther Angulo, Hilda Vizarro y Francy Matilde Álvarez.

Francis Álvarez, una venezolana que llegó a España en diciembre de 2022 junto a su familia, es uno de esos ejemplos. Después de solicitar protección internacional y pasar por el sistema de acogida estatal, su situación no mejoraba. “A pesar de tener permiso de residencia y trabajo, no lográbamos encontrar empleo. Vivíamos en un limbo, sin estabilidad”, recuerda Francis. Fue entonces cuando Cáritas les ofreció participar en el programa piloto de acogida, y su vida dio un giro inesperado.

Durante tres meses, convivió con una familia burgalesa que le proporcionó no solo un techo, sino también orientación en educación, formación laboral y una red de apoyo emocional. "Nos integraron en su día a día, nos presentaron a sus amigos y nos ayudaron a entender la cultura local", explica Francis. Esta convivencia permitió que su familia diera pasos firmes hacia la integración en la sociedad burgalesa, superando barreras que hasta ese momento parecían insalvables.

Francis destaca que, más allá de las necesidades materiales, lo más valioso fue el apoyo humano. "Sin los valores de fe y solidaridad de esa familia, no habríamos podido avanzar", afirma con gratitud.

Un proyecto de la Iglesia de Burgos para una sociedad más acogedora

El testimonio de Francis es solo uno de los muchos que inspiran el nuevo proyecto lanzado por la Archidiócesis de Burgos en el marco de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado 2024. Esther Angulo, trabajadora social de Cáritas Diocesana, ha presentado esta iniciativa que busca fomentar la acogida temporal de personas migrantes en familias, parroquias y comunidades religiosas. "Sabemos lo difícil que es acceder a una vivienda, especialmente para quienes están en situación irregular. Este proyecto no solo ofrece un hogar, sino también una oportunidad para generar una sociedad más inclusiva y acogedora", señala Angulo.

La convivencia no solo favorece a los migrantes acogidos, sino que también enriquece a quienes abren las puertas de sus casas, promoviendo una cultura del encuentro y la convivencia frente al miedo y el rechazo. En palabras de Angulo, “el potencial sensibilizador de este proyecto es mucho mayor que el de cualquier campaña”.

'Dios camina con su pueblo': un llamado a la solidaridad

Bajo el lema 'Dios camina con su pueblo', Hilda Vizarro, delegada de Pastoral para las Migraciones, resalta que el objetivo de esta campaña es no dejar a nadie atrás. Además de los desafíos que enfrentan los migrantes en su búsqueda de asilo, como la incorrecta clasificación de menores o las largas esperas para obtener citas, Vizarro recuerda que la migración debe ser vista como una oportunidad, no un problema.

Con actos programados en Burgos, Aranda y Miranda, la Iglesia busca sensibilizar a la sociedad sobre la realidad migrante y promover un espíritu de acogida en toda la provincia. "Queremos que esta jornada sea un testimonio de esperanza y solidaridad", concluye Vizarro.