La Policía Nacional asesta el mayor golpe al tráfico de drogas en Burgos y desarticula un laboratorio clandestino de cocaína
La Policía Nacional y Vigilancia Aduanera desmantelan una red criminal con incautaciones millonarias tras meses de investigación
Castilla y León - Publicado el - Actualizado
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La colaboración entre la Policía Nacional y la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA), coordinada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Burgos, ha culminado con uno de los mayores golpes contra el tráfico de drogas en la provincia. La operación, denominada ‘Cane Bianco’, ha logrado desarticular una red criminal dedicada al tráfico de estupefacientes, dejando un balance de dos detenidos, 6,6 kilos de cocaína y 33 kilos de hachís incautados, así como armas, vehículos y más de 127.000 euros en efectivo.
El resultado de esta operación ha sido presentado hoy por el subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, y el Comisario Jefe Provincial Operativo de la Policía Nacional en Burgos, Benito Martínez, quienes destacaron la magnitud de esta intervención.
Descubrimiento del laboratorio clandestino
Uno de los aspectos más relevantes de ‘Cane Bianco’ fue el hallazgo de un laboratorio clandestino en el que el principal investigado manipulaba y cortaba cocaína de alta pureza. Este espacio, ubicado en un trastero alquilado por el detenido, estaba completamente equipado con materiales como una prensa hidráulica, moldes, básculas de precisión y sustancias de corte como acetona, lidocaína y fenacetina.
Estas herramientas permitían al detenido aumentar el volumen de la droga, duplicando sus beneficios económicos. “Con este laboratorio, se estaba afectando no solo a la economía local, sino también a la salud de los consumidores finales”, explicó De la Fuente.
El operativo: meses de investigación
La operación comenzó a mediados de 2024, cuando la Policía Nacional, en colaboración con el DAVA, identificó a un vecino de Burgos como sospechoso de liderar una red de tráfico de drogas. Las investigaciones, desarrolladas a lo largo de varios meses, permitieron monitorear los movimientos del individuo, quien implementaba estrictas medidas de seguridad para evitar ser detectado.
El 17 de enero, los agentes desplegaron un operativo en las inmediaciones de la vivienda del sospechoso. Durante el seguimiento, interceptaron a un hombre que actuaba como “correo” de la red, llevando consigo 125.000 euros en efectivo distribuidos en fajos. Tras su detención, se procedió al registro de la vivienda del principal investigado, donde se encontraron 5,6 kilos de cocaína empaquetados y listos para su distribución.
Armas, vehículos y dinero en efectivo
Además de las drogas, los registros posteriores en trasteros vinculados al detenido revelaron 33 kilos de hachís y cerca de un kilo más de cocaína. También se incautaron dos pistolas (una real y otra simulada), un inmovilizador eléctrico tipo táser, y otros objetos de lujo como un reloj valorado en más de 10.000 euros.
Entre los cuatro vehículos confiscados, uno estaba equipado con un compartimento oculto (“caleta”) diseñado para transportar drogas sin ser detectado. Por otra parte, encontraron 127.000 euros en efectivo, 8 kilos de sustancias de corte y cinco teléfonos móviles
El Comisario Jefe Benito Martínez destacó que esta operación ataca directamente al escalón más alto del tráfico de drogas conocido hasta ahora en la ciudad. Los detenidos, acusados de tráfico de drogas y blanqueo de capitales, se encuentran en prisión preventiva por orden judicial.