Los vecinos de Belorado (Burgos) alzan la voz por una reivindicación que llevan más de 20 años sin resolver: "No puede esperar más"

El Ayuntamiento de Belorado sigue alzando la voz ante la paralización de las obras de la Autovía A-12, un proyecto que, a juicio de Mercedes Eguíluz, concejal de desarrollo de la localidad, lleva demasiado tiempo relegado. “Son 65 kilómetros, una cifra ridícula”, afirma la edil, recordando que esta infraestructura ya figuraba como prioritaria en el Plan General de Carreteras del año 2001, cuando José María Aznar presidía el Gobierno. “Para que la gente se haga una idea, esto no es algo que se nos haya ocurrido de la noche a la mañana. Es una infraestructura de alta capacidad comprometida con Burgos, al menos, desde entonces”.

Eguíluz señala que, tras más de dos décadas de promesas incumplidas, la paciencia de los beliforanos se ha agotado. "Creemos que nuestra lucha está más que justificada", insiste, destacando el carácter estratégico de este eje para Burgos y para toda Castilla y León. Además de conectar Pamplona, Logroño y Burgos, la vía tiene un peso clave en el transporte de mercancías y en el turismo. “Esta carretera es la principal entrada para la mayoría del turismo que llega a Castilla y León, incluyendo los peregrinos que recorren el Camino de Santiago, que entra por la provincia de Burgos y pasa por aquí. No entendemos por qué sigue en un cajón”, lamenta Eguíluz.

Movilizaciones semanales y nuevos planes para 2025

En respuesta a esta inacción, Belorado ha intensificado sus movilizaciones. Cada viernes a las 18:30, los vecinos cortan momentáneamente la carretera N-120 a su paso por la localidad en concentraciones autorizadas que combinan reivindicación y hermandad. Estas protestas, asegura la concejal, han sido un punto de encuentro para expresar su frustración. “Desde aquí, animamos a todo aquel que quiera acercarse. Todo el mundo es bienvenido”, añade.

Para 2025, el Ayuntamiento tiene previsto dar un paso más en su lucha. Entre las medidas planteadas está una concentración frente a la Subdelegación del Gobierno en Burgos, prevista para antes de que finalice el primer trimestre del año. Además, no se descartan movilizaciones en Valladolid o Madrid, buscando que su mensaje llegue a las más altas instancias.

Una lucha por la seguridad y el desarrollo

Más allá de los perjuicios económicos, los datos de siniestralidad hacen que la urgencia de la autovía sea incuestionable. En los últimos tres años, la carretera actual ha registrado 14 accidentes graves, con un saldo de ocho fallecidos y 17 heridos. “Es una vía saturada y peligrosa. Los que vivimos aquí lo sufrimos a diario. No hay una voluntad política real para acometerla, y es incomprensible”, denuncia Eguíluz.

Con pancartas, movilizaciones y el apoyo de vecinos y entidades de otras localidades, Belorado deja claro que no piensa rendirse. "Esto es una cuestión de justicia para Burgos y para todos los que transitan por aquí. Creemos que nuestra lucha está más que justificada", concluye Eguíluz.