OPINIÓN-SOCIEDAD
Columna de Silvia Rodríguez en COPE Bierzo- “De usos y costumbres: El Filandón”
Lee y escucha aquí a la colaboradora de COPE Bierzo, Silvia Rodríguez Álvarez
Ponferrada - Publicado el - Actualizado
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“DE USOS Y CONSTUMBRES: EL FILANDÓN”
El crepitar del fuego, las caprichosas formas anaranjadas de la llama danzando furiosas, hostigadas por el gancho que hacendoso, escarba el ojo de la lumbre, a un tiempo el viento iracundo golpea con fuerza los cuarterones, a lo lejos el ulular mohíno de la lechuza acompaña lúgubre al badajo de un cencerro el candil parpadea asombrado, escuchando atónito las voces amigas de los contertulios que acomodados en el viejo escaño de madera acuden puntuales cada noche al filandón. ¡Cuántas historias atesora ese banco amigo, testigo mudo de una época, custodio de una forma de vida, omnipresente en los filandones, esas reuniones de vecinos del pueblo en las que las mujeres, nunca ociosas hilaban la lana con la rueca y el huso, herramientas inseparables de la mujer desde tiempo inmemorial que ya mencionara Plutarco, el célebre historiador griego en su obra ‘Moralia’ describiendo una curiosa costumbre nupcial de la antigua Roma, que consistía en colocar una rueca en el umbral de la puerta de los recién casados, simbolizando de esta manera el nuevo estatus de la mujer y la laboriosidad que de ella se esperaba.
Costumbre ancestral que también se observaba en La Cabrera, donde los invitados a las bodas acompañaban a la comitiva nupcial portando ruecas y husos, así como en la comarca de La Maragatería, en la que la madrina de la boda pedía dinero a los convidados para obsequiar a la novia con estos preciados presentes, pues no debemos olvidar que el hilado del lino y de la lana fue una importantísima actividad de la antigua sociedad tradicional leonesa, propia de las mujeres, que simultaneaban esta labor con el cuidado de la familia, la casa y el ganado.
Filandón, Hila, Serano, Hilandera o Fiadeiro son entre otros los diferentes nombres que recibían estas juntas, vocablos todos ellos procedentes del latín ‘Filum’ que significa hilo. El filandón imbuido de un espíritu festivo, era un bullir de alegría; mientras las mujeres ocupadas en sus quehaceres tejían, hilaban o cosían, los hombres se distraían jugando a las cartas, reparando sus aperos de labranza, fabricando cestos o tallando cucharas de madera, siempre alrededor del hogar para espantar el frío, se entretenían contando leyendas, cuentos, hablando de política, de historia, de la siembra o de la recolección, cantando canciones populares, recitando poesías, romances o comentando chascarrillos, en fin mil historias daban forma a la hila generación tras generación.
Así transcurrían las largas noches del crudo invierno, en aquellas antiguas cocinas de la geografía leonesa, escenario ideal para la transmisión de la literatura oral tradicional, pues el filandón era un “verdadero vehículo de transmisión cultural en el que la convivencia reforzaba los lazos de unión entre los vecinos”. Una deliciosa costumbre que desafortunadamente no ha llegado hasta nuestros días a la que se refiere el insigne escritor y académico de la lengua leonés, Luis Mateo Díez… “Como el momento de contar, de escuchar, de remover la memoria vecinal que como un viejo arcón guarda los sucesos, las anécdotas, los cuentos, las leyendas, los romances, las canciones, el patrimonio de las pobres cosas de la vida y de su sabiduría”.
SILVIA RODRÍGUEZ, COLABORADORA DE COPE BIERZO
Silvia Rodríguez es colaboradora de COPE Bierzo desde el 24 de junio de 2019. La podréis leer y escuchar los lunes en la sección de opinión bajo el título ‘Silvia en COPE Bierzo’ y los fines de semana ‘Con otra perspectiva’. Todo ello en Cope.es/Bierzo.
Es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca, decidió estudiar esta carrera porque le apasiona la lengua y especialmente la literatura. Además, le encanta leer, escribir y escuchar buena música. Es feliz trabajando en equipo y entiende “que estamos aquí para ayudar y hacer felices a los demás”.
Además, es socia fundadora del Banco de Alimentos del Sil y colabora con esta ONG que realiza una gran labor en nuestra comarca. Enamorada de su profesión, la enseñanza. Es profesora de inglés, lengua y literatura en la Academia Corcal.
Se define como una persona vital, alegre, optimista y sobre todo con gran sentido del humor. Además, ha realizado el prólogo del libro ‘Chuma. El Valle del Silencio’ del andaluz Miguel Velasco Nevado.