OPINIÓN-SOCIEDAD
Columna de Silvia Rodríguez en COPE Bierzo- (“Alfredo Mayo, un galán de cine en Castropodame”)
Lee y escucha aquí a la colaboradora de COPE Bierzo, Silvia Rodríguez Álvarez
Ponferrada - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
“ALFREDO MAYO, UN GALÁN DE CINE DE CASTROPODAME”
Si hubiera nacido en EEUU gozaría de fama mundial, a buen seguro contaría en su haber con una estrella rutilante en el paseo de la fama y un Óscar de la academia, además de numerosos premios, homenajes y reconocimientos; sin duda sería una celebridad, un actor consagrado al que Hollywood se rendiría sin condiciones.
Nacido en Barcelona el 17 de mayo de 1911, Alfredo Fernández Martínez se disponía a estudiar medicina, carrera que abandonó seducido por la interpretación, debutando en la compañía de teatro de Ernesto Vilches con 18 años, para dar el salto al mundo del celuloide protagonizando dos famosas películas: El 113( Rafael Sevilla,1935) y Las tres gracias (Leitao de Barros,1936). Nunca descuidó su verdadera pasión, el teatro, que compaginaba con el cine y la televisión. Durante la Guerra Civil Española combatió en el bando nacional como teniente de aviación. Papel ,este de militar que interpretaría en el cine como protagonista de algunas películas emblemáticas de la historia del cine español.
Citar entre otras Harka (Carlos Arévalo,1941), Escuadrilla(Antonio Román, 1941), ¡A mi la Legión! (Juan de Orduña,1941) y la mítica Raza (José Luis Saénz de Heredia,1941), capítulo aparte merece este film con guión escrito por el jefe del estado Francisco Franco Bahamonde, bajo el pseudónimo de Jaime de Andrade , en el que Alfredo Mayo encarnaba a José Churruca, que hace del almogávar el modelo por excelencia de la raza española, convirtiéndose en la estrella masculina del cine español de la época.
A través de la familia Churruca, Raza se transforma en un proyecto de estado, presentándose como la versión oficial de la Guerra Civil española tratando además de ofrecer un modelo cinematográfico susceptible de regenerar la industria cinematográfica. Su fama se acrecienta al airearse el noviazgo con Amparo Rivelles junto a la que encabeza comedias como Malvaloca (Luis Marquina,1942) y Deliciosamente tontos (1943).
Su innegable atractivo físico, su porte elegante y distinguido lo convierten en el galán de moda del cine nacional de los años 40 y en uno de los actores predilectos de los directores afectos al régimen, protagonizando títulos como D. Lucio y el hermano Pío (José Antonio Nieves Conde, 1960), El último cuplé con Sara Montiel y personajes históricos como Luis Candelas, el ladrón de Madrid (Fernando Alonso, 1947) ,El marqués de Salamanca (Edgar Neville, 1948) o La leona de Castilla (Juan de Orduña, 1951).
Carlos Saura vuelve a situarlo en la cima de su arte al confiarle el papel de Paco, uno de los tres excombatientes que protagonizan la estremecedora trama de La caza (1965). El actor ofrecerá su perfil más sobrio, nuevamente bajo la dirección de Carlos Saura que vuelve a contar con él en Peppermint frappé (1967) y de otros creadores como Pedro Olea en El bosque del lobo, (1970) Josefina Molina en Vera, un cuento cruel (1974) o Ricardo Franco en Los restos del naufragio (1978).
Enfila los últimos años de su carrera caracterizados por su lucimiento en series televisivas como Cañas y barro (1978) La huella del crimen (1985) o Goya (1985). Destacar asimismo Patrimonio nacional (Luis García Berlanga) Bearn o la casa de las muñecas (Jaime Chávarri, 1983) y Hablamos esta noche (Pilar Miró, 1983).
Mientras rueda los primeros episodios de la serie Tristeza de amor en Palma de Mallorca, sufre un infarto agudo de miocardio y fallece con 74 años dejando una nutrida trayectoria cinematográfica.
En Castropodame, el pueblecito de su padre aún se conserva la casa familiar que se conoce como el 'Chalet de la Sienra' donde Alfredo Mayo disfrutaría de la belleza singular del Bierzo y el encanto de sus gentes. Tal vez su simpatía por el régimen, lo condenó a un injusto olvido, negándole el prestigio y el reconocimiento que merecía.
SILVIA RODRÍGUEZ, COLABORADORA DE COPE BIERZO
Silvia Rodríguez es colaboradora de COPE Bierzo desde el 24 de junio de 2019. La podréis leer y escuchar los lunes en la sección de opinión bajo el título ‘Silvia en COPE Bierzo’ y los fines de semana ‘Con otra perspectiva’ en Cope.es/Bierzo.
Es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca, decidió estudiar esta carrera porque le apasiona la lengua y especialmente la literatura. Además, le encanta leer, escribir y escuchar buena música. Es feliz trabajando en equipo y entiende “que estamos aquí para ayudar y hacer felices a los demás”.
Además, es socia fundadora del Banco de Alimentos del Sil y colabora con esta ONG que realiza una gran labor en nuestra comarca. Enamorada de su profesión, la enseñanza. Es profesora de inglés, lengua y literatura en la Academia Corcal.
Se define como una persona vital, alegre, optimista y sobre todo con gran sentido del humor. Además, ha realizado el prólogo del libro ‘Chuma. El Valle del Silencio’ del andaluz Miguel Velasco Nevado.