Manuel Ovalle: "No todo el mundo con un teléfono móvil se puede considerar un reportero gráfico"

El cámara de Televión Española resume en un libro sus 47 años de trabajo en la cadena pública

Esther Peñalba Aller

León - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Manuel Ovalle, uno de los reporteros gráficos más icónicos de España, presentó la semana pasada en León y Ponferrada su libro “Ovalle, reportero gráfico” en el que hace un repaso a sus 47 años de carrera en Televisión Española.

Ovalle participa en el espacio “Entre Nosotras” de COPE León y La Nueva Crónica de León para hacer un repaso a su extensa trayectoria que abarca desde finales del siglo XX hasta comienzos del XXI.

Vocación

Manuel soñaba con ser reportero gráfico desde niño. Recuerda que con 16 años, en el barrio ponferradino de Santas Martas donde él vivía, observaba fascinado a un hombre que luchaba con una anaconda en la única televisión Phillips en blanco y negro que había en el bar. Mientras las personas mayores jugaban a las cartas o al dominó, Ovalle miraba a aquel reportero y pensaba que le gustaría estar en aquel lugar, captando las imágenes a través del tomavistas, que así era cómo se llamaba la cámara. Manuel explica que empeñado en conseguirlo. logró conocer a aquel hombre con 18 años. Era Miguel de la Cuadra Salcedo, y con 20 años ya estaba viajando con él por el mundo.

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Ovalle, reportero gráfico

El libro “Ovalle, reportero gráfico”, surge en los últimos cinco años de mi vida profesional en Andalucía occidental, en Huelva donde reside en la actualidad. La periodista Ana Martín le propuso plasmar en un libro las experiencias en los 47 años de profesión. Fue “un flechazo literario entre los dos” y fruto del trabajo de cuatro años y medio, dos prepandemia y el resto online durante la epidemia de Covid-19, en octubre de 2023 terminaron este proyecto que resume casi medio siglo de trabajo de Ovalle en 28 capítulos, un libro que esta siendo presentado en 40 ciudades españolas y que ha sido autoeditado con la editorial Niebla.

Es el primer libro que escribe un reportero gráfico de televisión en este país. “Siempre cuentan historias los que están delante de la cámara. En este caso he sido yo, el que estoy detrás, el primero que he comenzado. Es un homenaje al reporto gráfico, porque tenemos muchas cosas que contar” apunta.

Trayectoria

Además de Miguel de la Cuadra Salcedo, Manuel Ovalle ha trabajado con Arturo Pérez Reverte, Rosa Maria Calaf, Manu Leguineche, Almudena Ariza o Carlos del Amor, por mencionar algunos de sus compañeros en estos casi 50 años de carrera, siempre fiel a Televisión Española. El libro cuenta con varios prólogos y recoge muchas vivencias, entre ellas las ocasiones en las que se jugó la vida.

He estado en quince guerras, cuatro golpes de estado, tres bombardeos y en cuatro de esos conflictos he estado a punto de perder la vida”. Manuel rememora su labor como corresponsal español en Oriente Medio, en Jerusalén, junto a la reportera Almudena Ariza. Durante la guerra de Irak, en 2003, en la ciudad de Erbil, se informó a la prensa de un hostigamiento contra las fuerzas de Sadam Hussein. Todos los periodistas, que se alojaban en el mismo hotel, salieron en convoy a las cuatro de la madrugada hasta el lugar donde se produciría el enfrentamiento, excepto los enviados de Televisión Española, aunque Almudena Ariza insistió muchas veces. Manuel presentía que aquello no iba a terminar bien y gracias a su intuición, salvaron la vida. Preguntado por Ariza sobre el por qué de su negativa a ir con el resto de los periodistas, Ovalle argumentó: “si ocurre algo en estos 85 kilómetros y yo tengo que trabajar y encender una luz de la cámara, el primer tiro lo voy a recibir yo” así que retrasaron la salida a las seis de la mañana. Cuando llegaron a las nueve, se encontraron a los 39 periodistas muertos a manos de los americanos que les confundieron con enemigos y bombardearon a los enviados especiales. “Ella, cuando llegamos allí y yo nos pusimos a trabajar, mi compañero Miguel Angel Cano empezó a recoger aquella masacre y cuando llegamos al Hotel, lo primero que hicimos fue encender el teléfono satélite y llamar a Madrid. Madrid pensaba que estábamos muertos y le dimos una alegría tremenda y después nos fuimos a celebrarlo los tres con una pepsy cola caducada, un poquito de arroz y empezamos a llorar como niños”.

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Evolución de la profesión

En estos 47 años de profesión, ha cambiado mucho la forma de trabajar. A finales del siglo XX y principios del XXI, se hacía “un periodismo de acción, de reporterismo, puesto que hasta que nosotros no llegábamos a España y se emitían las imágenes, no se sabía lo que ocurría. Hoy en día, ya nos estamos enterando de lo que está ocurriendo, pero no todo el mundo con un teléfono móvil se considere por favor un reportero gráfico o un periodista, porque toda la información que nos llega no es contrastada. Todo vale, todo sirve y eso no lo es en el mundo del periodismo”. Es necesario contrastar la información. “Ahora mismo en Gaza, los gazatíes te envían las imágenes que ellos creen convenientes. Son las mismas que emiten todas televisiones. Los judíos lo mismo, los rusos lo mismo, los ucranianos lo mismo, no te dejan entrar. Antes estábamos con unos y con los nosotros, objetivos. Hoy en día ellos te mandan información que quieren y son las misma imágenes en todos los telediarios del mundo”.

El libro “Ovalle, reportero gráfico” se puede comprar en la página web manoloovallealvarez.com, en las presentaciones y a través de Amazon.

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