SOCIEDAD

Fundación Isadora Duncan: 40 años peleando por los derechos de las madres solteras

María García, presidenta la de Fundación, participa en el espacio "Entre Nosotras"

Esther Peñalba Aller

León - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

María García, presidenta de la Fundación Isadora Duncan de León, participa en el espacio "Entre Nosotras" de COPE León con motivo del cuarenta aniversario de la creación de la asociación. 

Nació en 1984 como la primera asociación de España de madres solteras y para madres solteras, cuando unas madres solteras y de clase trabajadora de León se pudieron el mundo por montera para decir que no querían un marido y que querían ser consideradas familia, en una época muy machista, en la que a una madre soltera era "una putilla" y "una mujer abandonada". El eslogan era "Nosotras no queremos un marido. Exigimos ser una familia".

La Fundación Isadora Duncan ha llegado a la Organización de las Naciones Unidas y se ha convertido en líderes a nivel europeo y global. Se fundó de la mano de cinco madres solteras y un abogado. Su nombre fue elegido entre las fundadoras, que encontraron en Isadora Duncan el ejemplo de mujer defensora de los derechos de las madres solteras. 

Fue la primera asociación nacional de madres solteras para madres solteras, eran mujeres feministas de la clase obrera y tenían muy claro que no “querían un marido” que su proyecto de vida era la crianza en solitario de sus hijos e hijas, eran una familia propia y autónoma, no una familia incompleta como se las describían con la llegada de la Democracia.

Con los años Isadora Duncan ha evolucionado con la sociedad española y las familias mono ya no son solo madres solteras, se incorporaron separadas, divorciadas, madres solteras con hijos/as reconocidos, etc.

María apunta que después del camino recorrido siente que han vuelto al punto de partida a un neoconservadurismo rancio y un progresismo impostado: "Volvemos atrás. Las mujeres no podemos tener hijos solas, ni educarlos bien, necesitamos un padre... y hay un progresismo de exclusión social. Yo me siento ya un poco vieja para esto". 

      
             
      

Cuarenta años después, la fundación cuenta con un local propio no subvencionado, al que se sumará la adquisición de varias propiedades en la provincia, y una plantilla de trece trabajadoras.