El futuro de los 90 refugiados en el centro Barnabitas de Palencia en manos de una prórroga ministerial tras diciembre

El Centro Barnabitas de Palencia, gestionado por la Fundación San Juan de Dios, recibía el pasado 7 de agosto a 90 inmigrantes llegados desde Canarias como parte de una iniciativa del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para ofrecerles refugio temporal.

Procedentes de Senegal y Mali, estos refugiados llegaron a Canarias y eran reubicados en la capital palentina como parte del plan del Gobierno para descongestionar los centros de acogida en las islas que están literalmente colapsados.

Cortés detalló que el Ministerio solicitó la colaboración de la Fundación en junio, y desde entonces se ha trabajado intensamente para preparar las instalaciones y poder dar refugio a estas 90 personas, todas ellas hombres adultos, procedentes mayoritariamente de Senegal, Mali, Gambia y Mauritania, países del África subsahariana. "Si hace dos meses nos hubieran dicho que esto estaría montado, no lo hubiéramos creído", afirmó, destacando la complejidad logística del proyecto y agradeciendo el apoyo de los padres Barnabitas, quienes han colaborado desde el inicio.

Condiciones de los inmigrantes y sus expectativas

En cuanto al estado físico y de salud de los inmigrantes, Mariano Cortés aseguró que en general es "bueno", aunque algunos llegaron con problemas menores, como casos de gastroenteritis o lesiones leves. No obstante, todos se encuentran en buen estado y sintiendose seguros y cómodos en el centro, a pesar de que añlgunos no sbain muy bien a que punto de la península llegaban, "Preguntaban por la playa cuando llegaron en los días más calurosos de agosto", comentó el gerente, en referencia a las expectativas que traían tras su llegada a Canarias.

Cortés señaló que, más allá del desconcierto inicial, estos inmigrantes comparten una esperanza común: encontrar trabajo y construir una vida mejor en España. "Su mayor expectativa es lograr empleo, asentarse y empezar una vida normal aquí", añadió, subrayando la importancia de su integración en el tejido social y laboral de la provincia.

¿Por qué solo hombres?

Una de los detalles de esta llegada de inmigrantes es ausencia de mujeres entre los cogidos. Según Cortés, esto se debe a que el dispositivo de Palencia fue específicamente diseñado para hombres adultos entre 18 y 44 años. Sin embargo, aclaró que en otros centros gestionados por la orden San Juan de Dios, como en Aguilar de Campoo, se acogen familias completas, incluidas mujeres y niños

"Este dispositivo estaba destinado a hombres, pero hay muchos otros tipos de refugios en España, incluso aquí en Palencia. En Aguilar tenemos familias ya desde hace casi 2 años. Alli se acoge a mujeres, hombres, niños y niñas, dentro de un dispositivo de protección internacional para 25 personas, por el que han pasado más de 100 personas”.

También mencionó otros dispositivos en León donde se atiende a personas perseguidas por ser parte de colectivos LGTBI o refugiados con problemas de salud mental.

La solidaridad palentina, clave en la acogida

Cortés no escatimó en elogios hacia la comunidad palentina, que asegura “ha mostrado una solidaridad abrumadora desde la llegada de estos inmigrantes” relatando como empresas locales, particulares y diversas instituciones han realizado donaciones de ropa, alimentos y otros materiales esenciales. "Hay una señora que de forma anónima lleva una caja de manzanas cada día al centro", comento.

Asimismo, los inmigrantes han recibido 90 bonos del Club de Fútbol Palencia y abonos para gimnasios locales, como parte de las iniciativas para fomentar su integración a través del deporte. El Patronato Municipal de Deportes también ha cedido instalaciones deportivas, y varias academias de formación han ofrecido clases gratuitas para enseñarles español y capacitarlos profesionalmente. Incluso uno de ellos ha fichado por un equipo de baloncesto de la capital después de unas semanas a prueba.

Además de las donaciones de la comunidad, Cortés destacó el apoyo continuo de las administraciones públicas. "Todas las instituciones, desde la central hasta la local, han estado facilitando los trámites necesarios para que estos inmigrantes puedan adaptarse rápidamente", afirmó, agradeciendo el trabajo coordinado de las autoridades.

Futuro incierto pero con esperanza

El contrato entre la Fundación San Juan de Dios y el Ministerio de Inclusión finaliza el 31 de diciembre, lo que deja en el aire el futuro de los 90 inmigrantes después de esa fecha. "Esperamos que la situación en Canarias, que sigue siendo muy crítica, permita que se prorrogue este acuerdo", manifestó Cortés. En caso de que no se prorrogue, será el Ministerio quien deba reubicar a estas personas en otros centros de España.

No obstante, Cortés recordó que el objetivo de la Fundación es que los inmigrantes puedan integrarse plenamente en la sociedad durante su estancia en el centro, que tiene una duración máxima de un año. "Nuestra responsabilidad es encontrarles trabajo y asegurarnos de que puedan ser independientes", explicó.

Una acogida sin distinción

La orden de San Juan de Dios tiene una larga tradición de ayuda a los más vulnerables, sin distinción de raza, religión o sexo, algo que Cortés quiso recalcar durante la entrevista. Aunque la mayoría de los inmigrantes acogidos en Palencia son de religión musulmana, eso no es un obstáculo para su integración en un centro gestionado por una orden católica. "Nosotros atendemos a personas, sin distinción. Nuestra misión es ayudar a quien lo necesita, sea cual sea su condición", afirmó.

Con la mirada puesta en el futuro, la Fundación San Juan de Dios confía en seguir ofreciendo su apoyo a los inmigrantes que llegan a Palencia, apostando por una integración real que permita a estos hombres construir una vida digna y estable en España.