El tejido productivo salmantino planta cara al calor abrasador

Continua la ola de calor en Salamanca. Estamos en alerta amarilla por altas temperaturas y mañana esperamos cielos despejados y temperaturas entre 16 grados de mínima y 32 grados de máxima.

Los micrófonos de Cope han recogido hoy el testimonio de varios trabajadores que soportan en su quehacer diario las más altas temperaturas posibles. La ola de calor debe ser especialmente difícil de soportar entre fogones, hornos, motores de cámaras frigoríficas y bajo un extractor de humos. Es el caso de José Luis, cocinero salmantino que a pesar de la dureza de su trabajo, ve recompensado el esfuerzo cuando sus clientes agradecen cada plato preparado con paciencia y cariño, a fuego lento.

Los albañiles y trabajadores de obra pública, tampoco pasan frío poniendo adoquines en las calles del centro. Han querido compartir su experiencia personal con los oyentes de Cope y han puesto en valor la labor de su jefe, quien provee en todo momento a la plantilla de agua fresca y les invita a descansar bajo una sombra, cuando más aprieta el sol.

El lotero de la plaza mayor, tiene talante positivo. en estos días se conforma con poder permanecer a la sombra esperando a que alguna ráfaga de aire fresco alivie el bochorno de estos días. "Llevo mucho peor el frío invierno" Asegura.

Se diría que quienes peor puedan pasar la ola de calor son los apicultores. Ellos trabajan a menudo con camisa, pantalón e incluso una chaqueta o jersey bajo el mono de seguridad, para proteger su cuerpo de las picaduras de las abejas.

De modo que la sensación de calor asfixiante se suma al inconveniente de no poder utilizar el ahumador, que permite adormilar a estos animales con el fin de prevenir incendios. Castor es un apicultor salmantino. En declaraciones a Cope, lamenta que numerosos productores de toda la provincia hayan tenido que asumir esta campaña cuantiosas pérdidas, a causa de la sequía. "La administración debería establecer ayudas económicas para un sector clave en la supervivencia de nuestro ecosistema, porque sin abejas no habría vida en la tierra".