Cáritas: lo importante es donarse

Cáritas no cierra, pero los cursos van cayendo uno tras otro. En Cáritas, el tiempo lo marca el día del Corpus, día de la Caridad. En estos últimos 12 meses, la delegación de Segovia ha vivido situaciones internas que han condicionado el trabajo de técnicos y voluntarios, encaminado todo ello a una mejor atención a los usuarios. Sin dejar que esto, por supuesto, afectase a la calidad del trato que reciben los que se acercan a su puerta. El Espejo entrevista hoy a su director, Ángel Anaya, para que nos haga un balance del curso y nos ponga al día de la realidad de la institución.

De grata sorpresa. Así califica Ángel sus primeros meses al frente de Cáritas Diocesana de Segovia en los que ha podido conocer la casa por dentro. «Desde esta perspectiva, todo es más complejo de lo que parece; se hacen muchas cosas», afirma. El proyecto más importante de los últimos tiempos ha sido el cambio de sede, algo que no es ni mucho menos circunstancial. El estar ubicados en un edificio con más amplitud y posibilidades de trabajo hace que Cáritas pueda prestar una mejor atención a la gente, se pueden unificar servicios, permite además la coordinación entre programas, etc. Recordemos que la nueva dirección es Desamparados, 3, el antiguo convento de las «Juaninas», en pleno centro histórico de Segovia.

En otra parte de la entrevista, Ángel pasa revista a los programas que desarrolla Cáritas Diocesana de Segovia, deteniéndose en algunos de ellos como el de formación y empleo, el de mayores y el de infancia, pilares a su entender del servicio de la organización a su cargo. Los voluntarios, cómo no, son una parte esencial de la misma. En la actualidad, son un total de 263, repartidos en distintos programas. Incluso los hay en labores administrativas, personas que no están en contacto directo con el público, pero que son igualmente necesarios. Otra pata del banco, además de los técnicos y trabajadores, son los socios: todos aquellos que colaboran con la labor asistencial de Cáritas con sus aportaciones económicas. Cáritas necesita recursos económicos y los socios proveen estos de diversas maneras. «Lo importante es donarse», concluye Ángel agradeciendo su entrega generosa.

En cuanto a los retos de futuro, el director de Cáritas Segovia plantea los siguientes: el reto económico (la crisis ha afectado a todos, aumentando las necesidades y mermando los recursos de la institución), la comunicación para hacer llegar a los ciudadanos la labor de Cáritas, la viabilidad de las residencias (especialmente después del varapalo sufrido por causa de la pandemia) y la mejora del servicio que se presta en las Cáritas parroquiales, primer punto de contacto de la población vulnerable en la mayoría de los casos.

Retos de futuro, pero también mucho presente es el que atesora y ofrece Cáritas a la sociedad segoviana. Acometamos aquéllos y participemos en éste como socios, como voluntarios, como cristianos comprometidos con el mundo. Y, de trasfondo, por supuesto, el Evangelio, el mandato universal del amor que impregna y da sentido a la tarea.