El Espejo

La Fiesta de las espigas, una tradición que perdura

Adoración Nocturna invita a una vigilia especial en la iglesia de San Millán

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Si miramos nuestros campos, ya han cambiado su aspecto primaveral: el amarillo del estío, más propio de finales de agosto, se ha adueñado de la situación. Los agricultores este año han recogido los frutos del campo mucho antes de lo esperado, y según cuentan las asociaciones del sector, la cantidad de producto se ha visto reducido por el calor prematuro, lo que viene a añadir otra dificultad al mercado de las materias primas, tan tensionado en los últimos meses.

Y si de campo hablamos, en la sierra de la Culebra un incendio ha arrasado este enclave, recurso natural para la vida de los pueblos circundantes. Y es que los montes y sus pueblos ya no son lo que eran: apenas hay ganado que entre en los montes que dé cuenta del pasto, combustible propicio para cualquier chispa en este época del año, y la limpieza y corta de retamas que antes era un bien preciado para la leña del hogar, ha dado paso al abandono en favor de las calefacciones de luz, gas o gasoil. El aprovechamiento y cuidado de los montes, del ganado y sus pueblos en ocasiones se antoja difícil.

Pero seguimos dependiendo del campo. «Sine Agricultura Nihil» (Sin agricultura, nada) reza el lema de la Escuela de Ingenieros Agrónomos. No es de extrañar que, aún en nuestros días de vida cada vez más urbana, sigan quedando reminiscencias de los tiempos en que todos mirábamos al cielo pidiendo su amparo. Una de las tradiciones que se mantiene es la Fiesta de las Espigas, que año tras año viene celebrando el Movimiento de Adoración Nocturna. Nos visita Dionisio, que nos pone al día de la actividad de este grupo de fieles, incondicionales adoradores del Santísimo Sacramento. Desde su sede de la parroquia de Santo Tomás, organizan vigilias especiales en las que invitan a todos los segovianos. La próxima, con bendición del Santísimo a los campos y al mundo del trabajo en general, será el sábado 24 de junio en la iglesia de San Millán.

Y si de religiosidad popular hablamos, uno de los mayores ejemplos en la diócesis de Segovia es la que congrega en torno suyo la Virgen del Henar. Hablamos con el rector de su santuario, Carlos Miguel García Nieto que repasa en El Espejo la peregrinación de la imagen por la Villa y Tierra antigua de Cuéllar y los distintos jubileos que aún en estas fechas se están celebrando. La peregrinación de la Morenita ha superado todas las expectativas, en palabras suyas. El pueblo se ha volcado con su patrona, que por primera vez en 50 años abandonaba su camarín para confortar a sus hijos tras la dura prueba de la pandemia. Habrá un antes y un después de ello, nos asegura; la experiencia que ha quedado imborrable en el corazón de la gente ha de servir para dar un impulso a la vivencia de fe y al trabajo pastoral con las comunidades.

La religiosidad popular, siempre presente en Segovia. Y con ella, la vinculación afectiva que todos mantenemos con nuestras tradiciones La cuestión que Marta y David plantean en El Laico ante el Espejo es si debemos de conformarnos con esa vinculación afectiva o si, como suele decirse, hay que purificarla yendo más allá de bailes y meriendas populares. Todas estas expresiones festivas tienen un valor intrínseco como manifestación cultural, como folklore entendido como «saber popular», claro que sí, pero deberíamos de ir más allá. La Virgen y los santos son mucho más que bellas imágenes de madera: son medios para acercarnos a Dios. Caer en la cuenta o no de ello depende de la mirada con que los contemplemos cada vez que vayamos a verlos.