El Espejo

Pastoral rural en Segovia: acompañamiento y presencia

La Pastoral de Juventud, por su parte, se pone en camino con la iniciativa #GoToSanFrutos

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Hace cinco días, tuvieron lugar las elecciones a las Cortes de Castilla y León. En el editorial de hoy, El Espejo se hace eco de los resultados electorales y de las expectativas de futuro que se abren en la legislatura. Uno de los temas recurrentes en las campañas electorales de nuestra comunidad es la situación del medio rural, cada vez más despoblado. En nuestra provincia de Segovia, en torno a la mitad de la población habita en pequeños núcleos rurales. Aprovechamos la circunstancia en El Espejo para conversar con Edilberto Leonardo López, «sacerdote de pueblo» y arcipreste Ayllón-Riaza, que nos hace una breve semblanza del campo segoviano y de sus necesidades pastorales, marcadas por el cada vez más exiguo número de feligreses en los pueblos y los reducidos efectivos del sacerdocio para atender tantos núcleos de población. Dos son los aspectos más destacados de su intervención: el apoyo de los laicos en las labores relacionadas con el culto, como son las celebraciones en espera de presbítero (celebraciones de la Palabra) y la necesidad de acompañamiento a las personas mayores que viven solas en los pueblos más pequeños.

Hablando de los pueblos de la provincia, por alguno de ellos discurre el camino de San Frutos en torno al que ha surgido la propuesta #GoToSanFrutos de la Pastoral de Juventud. Una iniciativa original que combina lo virtual y lo presencial en el acompañamiento y evangelización de los jóvenes de la diócesis y que nos desgrana Alberto Janusz, uno de los responsables del proyecto. Un camino de san Frutos que quiere servir en Segovia para calentar motores y orientar hacia ese otro gran camino espiritual que es el de Santiago. ¿El fin último de todos estos caminos? El encuentro personal con el Señor, de eso se trata.

Hablábamos en el editorial de política: los ciudadanos queremos y necesitamos políticos que, en la tribuna y a pie de calle, luchen por los intereses comunes. Que hagan política que atienda a la realidad y no a los intereses de partido. La sección de El Laico ante el Espejo habla hoy de la política real, la que debe promover acciones que procuren el bien común, que hagan mejor la sociedad en su conjunto. Hay que pedir a los políticos que olviden las consignas y el márquetin de partido y que hagan su trabajo lo mejor posible, pertenezcan a las siglas que sean. Desde hace décadas, la Iglesia apuesta con firmeza por el bien común y otros principios de su Doctrina Social que otros muchos agentes sociales pueden compartir: la solidaridad, el derecho al trabajo, el destino universal de los bienes, la promoción de la paz, el cuidado del medio ambiente, la promoción de la persona, la atención a los más débiles… La Iglesia se pone al servicio de la sociedad y pide lo mismo a otras instituciones. También a los partidos políticos que, no lo olvidemos, no son un fin en sí mismo, sino un mero instrumento, legítimo y necesario, eso sí, para el desarrollo del hombre y de la sociedad. Ahora, pasadas las elecciones, es el momento de demostrarlo.

El programa se cierra en esta ocasión con otro cuento que nos ofrece Manos Unidas, «un cuento a cambio de una vida». Hoy es el turno de «Los Olvidados», de don Ángel Galindo, vicario general de la diócesis.