Marcar la X para seguir ayudando

La Iglesia española, en una práctica exigible a toda institución, rinde cuentas anualmente de toda su labor. El 12 de mayo se presentaba en Madrid la memoria anual de actividades correspondiente a 2020, un paso más dentro del compromiso de transparencia de todas las diócesis españolas. El año 2020 fue para la Iglesia un año de sobreesfuerzo. Su labor social se vio intensificada de una manera importante por la pandemia, acogiendo en sus diferentes programas a muchas familias que se vieron fuera del sistema por el cierre total de la economía. La coordinación con las autoridades civiles fue, una vez más, relevante y digna de mención.

En plena campaña de la declaración de la renta de las personas físicas, la Iglesia nos recuerda la importancia de marcar esa «equis» que contribuye a sostener los proyectos que la Iglesia acomete en favor de todos. Para ello y para repasar la actual financiación de la Iglesia, El Espejo trae a sus micrófonos a Rafael de Arcos, ecónomo de la diócesis de Segovia. Éste nos informa de que el porcentaje de declaraciones que marcan la X a favor de la Iglesia en nuestra provincia es del 43% aunque, claro está, hay otras vías de financiación, como las colectas, los legados y los donativos. Respecto a estos últimos, propone convertirlos en recurrentes (mensuales, trimestrales) a través de portales como «Dono a mi iglesia», de muy fácil acceso y completamente seguros. Nos recuerda Rafael que la Iglesia no se sostiene sólo con las aportaciones económicas. Además de la oración, el tiempo y el talento que los laicos ponen al servicio de la Iglesia son fundamentales para que ésta siga desarrollando su labor en el mundo. Y en Segovia, por supuesto.

En la sección mensual reservada a la familia, hablamos con Pedro Larios, psicólogo del Centro de Orientación Familiar (C.O.F.) sobre adicciones, un problema que va a más en las familias y que tiene múltiples caras. Es difícil resumir en unas líneas todo lo que Pedro nos enseña en sus intervenciones. En ésta, nos recuerda la enorme importancia para el futuro que tiene inculcar una sólida escala de valores en la infancia, el hablar mucho con nuestros hijos, el conocer su entorno social (conocer a sus amigos; saber con quién van) y el control que los padres han de ejercer sobre las «pantallas». El abuso de este tipo de relación con el medio puede incluso provocar un deterioro cognitivo en edades muy tempranas y hacer que el niño no desarrolle otras habilidades, algo que ya se está empezando a notar en gente joven. Hay que concienciarse del peligro de las adicciones que acechan a los niños en una sociedad rebosante de estímulos. No podemos echarnos las manos a la cabeza y reaccionar cuando empiezan los problemas a los 12 años…

En la sección de El Laico ante el Espejo, David recuerda que el balance material, económico, de la Iglesia es importante, pero muy por encima está ese balance inmaterial del que conviene informar en toda ocasión. Un balance de cercanía, entrega, afecto, presencia: la Iglesia siempre está ahí. Sólo un dato: de marzo a diciembre de 2020, en plena pandemia y como consecuencia de ella, la Iglesia española fue capaz de generar 680 proyectos para prevenir y paliar sus efectos. De inmediato, con sus propios medios y con todas las limitaciones posibles. Simplemente, por el imperativo evangélico del amor.