El Espejo
Vida consagrada en Segovia: caminando juntos con el resto de la Iglesia
Manos Unidas también nos presenta su trabajo para no condenar al olvido a los países en vías de desarrollo
Madrid - Publicado el
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El día 2 de febrero, la Iglesia celebra la jornada de la vida consagrada, coincidiendo con la fiesta de la Presentación del Señor. La vida religiosa, de tanta presencia en Segovia, ha sido noticia en los últimos meses, ya que algunos monasterios y conventos de nuestra diócesis han asistido al traslado de sus moradoras a otros lugares y, consecuentemente, se ha producido el cierre temporal de algunos de ellos.
Es una de las preocupaciones de estos tiempos, tan escasos de vocaciones, pero El Espejo de la Iglesia no se ocupa hoy de esa realidad, sino que quiere hacerse eco de la vida y entrega de cada una de las personas consagradas al Señor. Decía nuestro obispo don César en la Eucaristía del martes pasado que, independientemente del número, los consagrados son una referencia para la Iglesia y para el mundo. Queremos conocer un poco más de cerca la radicalidad del seguimiento de Jesús de mano de sus protagonistas.
Para ello, contamos como invitada con sor Rocío, superiora del convento de clarisas del Corpus, en la capital. Con ella revisamos los pilares de la vida consagrada, especialmente la vida comunitaria que sustenta el estado religioso. El lema de la jornada de este año, «Caminando juntos», hace referencia a ello precisamente en el proceso sinodal en que la Iglesia se ha comprometido. Gracias a las mujeres consagradas «por lo que son, por lo que hacen y por como lo hacen». Son palabras del Papa en un reciente video dedicado a ellas, reconociendo el valor de su testimonio. En El Espejo, por supuesto, hacemos nuestras estas palabras.
Y de una realidad eclesial necesaria y reconocible por su testimonio, a otra que comparte compromiso y jornada de reconocimiento y sensibilización. Hablamos de Manos Unidas, que tan gran labor viene realizando en los países en vías de desarrollo. Nos visita Javier con el que conversamos sobre la campaña de 2022 y su lema: «Nuestra indiferencia los condena al olvido». Nos presenta, además, las actividades programadas este año en Segovia, encaminadas a la financiación y sensibilización de la población.
Si volvemos la vista atrás, nos damos cuenta de que muchas de las cosas que nos han marcado en la vida son pequeños detalles que nos han regalado personas cercanas que nos han salido al encuentro con sus palabras y sus gestos. La sección de El Laico ante el Espejo recuerda hoy a Domiciano Monjas, sacerdote segoviano fallecido hace tres años recordado por su sencillez y bonhomía. Tanto que, próximamente, el ayuntamiento de Segovia pondrá su nombre a una glorieta del barrio del Cristo del Mercado. Marta y David recuerdan algunas de sus vivencias con Domi, maestro en el arte de convertir el día a día en algo más luminoso a golpe de pequeños gestos que hacían de lo insignificante y rutinario, algo especial. Exactamente lo mismo que —será cosa de la providencia— escucharemos en el Evangelio del domingo cuando los apóstoles, en la experiencia de la pesca milagrosa, aprendieron a dar a su oficio, el de pescador, una nueva dimensión gracias a la presencia luminosa del Señor.