Programa Religioso

De Rzeszów a Cúcuta

Descubrimos las tradiciones navideñas de Polonia y Colombia cuando quedan apenas unos días para festejar el nacimiento del Señor

Redacción digital

Madrid - Publicado el

3 min lectura

Cuando apenas quedan ya poco más de una semana para terminar el año, surgen dos preocupaciones. La primera, más habitual, es esa de preguntarnos: ¿y qué vamos a cenar en Nochebuena y en Nochevieja? ¿Qué vamos a comer en Navidad y Año Nuevo? Todos los años la misma cuestión...y es que queremos dar gusto a todos y que en las reuniones familiares la comida no sea un problema. Estamos acostumbrados a ver cómo los precios se disparan en esta época, pero este año están más elevados que nunca. Y eso sin pensar en el marisco o el cordero... Ya se lo decía hace algún domingo pero insisto, seguro que podemos arreglárnoslas con menos.

La otra cuestión es más novedosa. ¿Con quién vamos a compartir la mesa estos días? ¿Están vacunados? ¿Y si nos hacemos todos un test de antígenos antes? Otro año más la pandemia nos condicionará las comidas y cenas con amigos, con compañeros de trabajo, con familia... Todos queremos reunirnos con nuestros seres queridos en estas fechas tan entrañables pero, hagámoslo con sentido común, con cabeza, que nuestras ganas de festejar no acaben con más ingresos y más fallecidos. Aunque solo sea para que el año que viene todos podamos volver a sentarnos a la misma mesa.

La Misa del Gallo, la adoración al Niño, los festivales de villancicos, las doce uvas para entrar en el Nuevo Año, el Roscón, los polvorones, el turrón... todo esto forma parte de nuestras tradiciones en Navidad. Pero ¿saben ustedes cómo se celebra la Navidad en otras partes del mundo? Pues eso vamos a tratar de conocer en nuestra conversación con el padre Leonardo Grisales y con Dorota, bibliotecaria, animadora cultural y profesora de español para niños polacos de la asociación polaca Karol Wojtyla de Segovia.

Leonardo nos cuenta que la Navidad comienza en Colombia el 7 de diciembre, con la «noche de las velitas», donde cada familia llena la puerta de su hogar con pequeñas luminarias para alumbrar el camino a la Virgen. Unas fiestas que son familiares pero «de puertas para afuera». El clima del país en esta época permite que todo el mundo salga a las calles a disfrutar de la Navidad y a compartir. Porque lo comparten todo, como nos recuerda Leonardo, nadie se queda sin comer estos días. Y es que es tradición que las calles queden cortadas al tráfico para que las familias coman en los porches y jardines, compartiendo comida y bebida con los vecinos de la zona.

En Polonia la Navidad también comienza pronto, el 6 de diciembre, cuando San Nicolás viene a dejar algún presente a las casas. Dorota nos cuenta que por delante se presentan días de celebración en familia, compartiendo una «oplatek» (oblea) antes de la cena de Nochebuena, cenando doce platos de comida aunque ninguno con carne, o dejando un plato y un lugar vacío en la mesa por si se presenta alguien inesperado (también como símbolo de aquellos que ya no pueden estar).

Si en Polonia está esa oblea compartida que el padre de familia debe partir y ofrecer, deseando buenos deseos a la persona con quien la compartes, en Colombia están los preparativos. Y es que desde el 16 de diciembre hasta el día de Nochebuena, las familias se reúnen para rezar y cantar villancicos en torno al pesebre en lo que llaman la Novena de Aguinaldos o Novena de Navidad. Tradiciones que hacen única cada Navidad en el mundo, momentos para compartir y ser felices.