PASTORES MISIONEROS

El Día de la Constitución. Una jornada en la que conmemoramos la democracia, ese texto en el que se recogen nuestros derechos y libertades, pero también nuestras obligaciones. Un texto que, quizá, haya de ser reformado en algunos aspectos para adaptarse a las circunstancias que nos rodean en la actualidad. Pero cuyo germen y esencia ha de tenerse muy presente.

Nuestra Carta Magna fue redactada en un contexto complicado, en el que las ideologías políticas quedaron al margen para luchar por un objetivo común, fraguar una democracia sólida para que todos los españoles pudieran vivir en libertad. Consenso y diálogo como contraposición al enfrentamiento y la discrepancia constante que vemos en la actualidad. Consenso y diálogo que, ojalá algún día, vuelvan a ser los valores de referencia para aquellos que deben decidir sobre las grandes cuestiones que atañen a nuestra sociedad.

Como cada programa de inicio de mes, también recordamos la intención de la Red Mundial de Oración del Papa Francisco para diciembre: «Recemos para que nuestra relación personal con Jesucristo se alimente de la Palabra de Dios y de una vida de oración».

Una vida de oración, entre otras muchas cosas, es la que se lleva en un Seminario. Este año, debía haberse celebrado su día especial el 22 de marzo. Lógicamente, a causa de la pandemia tuvo trasladarse, escogiendo como fecha el día del Buen Pastor. Sin embargo, las circunstancias sanitarias obligaron a posponerlo nuevamente, siendo finalmente la fecha elegida el 8 de diciembre, coincidiendo con la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.

Alberto Januzs Kasprzykowski es uno de los seminaristas mayores de nuestra Diócesis, quien se presenta a sí mismo («qué difícil es hablar en tercera persona», dice) como un joven cristiano que quiere seguir al Maestro. Con 24 y feligrés de la parroquia de San Millán, procede de una familia cristiana con padre polaco (de ahí lo complejo de su apellido) y madre española. Apasionado de la Física, estudió la carrera tras lo que sintió que el Señor le llamaba para algo más grande.

En el seno de una familia cristiana, uno de sus referentes fue don Jesús Sastre, párroco de San Millán, de quien le llamó la atención su disposición y su forma de entregarse a las necesidades de los demás. Pero, el punto álgido que le hizo darse cuenta de su vocación fue la enfermedad y posterior fallecimiento de su abuelo. Tras ello, comenzó en el Seminario en familia con el apoyo de don Fernando Mateo. Sin embargo, lo dejó para estudiar Física, algo que le apasionaba y tras lo que se dio cuenta de que su sed de Dios no acababa, por lo que accedió al Seminario Mayor, donde continúa formándose en Salamanca.

Un Seminario que cuenta con dos seminaristas menores y tres mayores (Álvaro, el propio Alberto y Renny), aunque este año se ha sumado un nuevo aspirante en etapa de discernimiento (José María), como cuenta Juan Cruz Arnanz, rector del Seminario, quien a pesar de las circunstancias y la escasez de nuevas vocaciones, muestra su optimismo para que el Seminario en Segovia continúe siendo una realidad.

Este 8 de diciembre se celebra el Día del Seminario con el lema «Pastores misioneros», germen, como asegura Juan Cruz, de la vocación de cualquier sacerdote, cuya misión es salir y ofrecer la Buena Noticia a todos. Por ello, asegura que si alguien siente esa vocación, ha de afrontarla y seguir adelante. Algo que Alberto Januzs suscribe, agregando que no hay que tener miedo, puesto que el Señor siempre dará la fuerza para lograr cualquier meta, contando siempre con la ayuda de algún sacerdote o religioso que pueda colaborar en el discernimiento vocacional.