La Virgen de El Henar regresa a su santuario
La villa de Cuéllar ha cerrado el histórico peregrinaje de la Morenita con una jornada festiva para el recuerdo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Última etapa de la peregrinación de la Virgen del Henar. A lo grande y en la cabecera de la comarca que tan orgullosamente la tiene como patrona, en la histórica Villa de Cuéllar. Durante toda una semana, la imagen de la Morenita ha sido el centro de los actos programados en los que lo religioso y lo popular se han dado nuevamente la mano.
El recibimiento multitudinario del domingo 29 de mayo no desmereció del de los pueblos que previamente habían acogido la imagen. Aun pudo superarlo si tenemos en cuenta la monumentalidad del entorno. Varios han sido los puntos donde la Virgen ha hecho parada: a la iglesia de San Miguel (donde se realizó el triduo en su honor y lugar de referencia de la presencia en la villa), se sumaron los dos conventos de la localidad, el de Madres Clarisas y el de la Concepción. Y las residencias de mayores de Valdihuertos y El Alamillo, que depararon momentos emocionantes, como era de esperar. Claro que sí: son los mayores quienes han heredado y transmitido la fe sencilla del pueblo y la devoción a la Virgen. ¿Cómo no emocionarse cuando la tienen junto a sí? Recordemos que uno de los objetivos de la peregrinación era el reconocimiento y el encuentro con los mayores, a los que tanto debemos.
¿Dónde ha estado lo más reseñable de esta etapa del periplo de la Madre? Sin duda en su día final. En ese 5 de junio que ha dejado estampas para el recuerdo. La primera es la misa en la plaza mayor en la que ha participado la Coral de Cuéllar y en donde se ha ofrecido el nuevo estandarte —precioso— de la Virgen. La segunda, la procesión al castillo, donde esperaban a la Virgen hasta 100 caballistas. Éstos se encargaron de escoltar a la imagen portada en calesa hasta el Santuario. El grupo de danzas de Cuéllar, con sus espectaculares trajes, también participó como sabe hacer, ofreciendo una interpretación a la altura de la ocasión. Muchas imágenes, muchos momentos para la historia que, al menos, quedan someramente apuntados en estas líneas. Mejor plasmados se conservarán, sin duda, en la memoria de los que los han vivido como protagonistas.
El punto final de la peregrinación coincidió con el de partida. Pero nada era igual que tres meses antes, cuando el 12 de marzo la Morenita abandonó su casa después de 50 años para rendir visita a sus devotos. En el pórtico del santuario, el rector dirigió unas palabras en las que trató de recapitular lo que había sido esta aventura de las que tantos frutos se esperan. Son 50 los pueblos que visto a la Virgen en sus templos y calles alentando una fe popular que sigue viva entre los vecinos. Unos vecinos que, junto a sus sacerdotes y a las autoridades locales, se han volcado con su patrona. Para todos ellos, hubo sentidas palabras de agradecimiento.
Con esta, acaban las crónicas de COPE dedicadas a este histórico peregrinaje. Y queremos que las últimas palabras sean para rendir un merecido homenaje a los voluntarios que han hecho posible este acto de evangelización. Han sido un puñado de fieles que, renunciando a parte de su tiempo, han llevado la imagen de la Virgen, de su Virgen, a los demás. Con ella, han acarreado también en sus hombros cansancio y hasta incomprensión a veces (retrasos que se acumulan, imprevistos que hay que solventar, cosas de última hora… nada que finalmente acabe en el olvido cuando después de un tiempo se eche la vista atrás). Pero, estamos seguros, serán más las cosas buenas que se habrán llevado a casa después de haber depositado a la Madre en su camarín y regresar a sus hogares con la satisfacción del deber cumplido. Entre otras, nuestra gratitud