La lucha de un pueblo por recuperar su farmacia
Soria se moviliza para que las zonas rurales no tengan que depender de vecinos o taxis para conseguir medicamente en tiempos de coronavirus
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las caras de la España vaciada en la provincia de Soria son muchas y muy variadas. La tierra que inspiró a Machado, Becquer o Gerardo Diego se desangra y despide a pasos de gigante a sus vecinos de norte a sur y de este a oeste. La falta de oportunidades, las carencias universitarias para que los jóvenes puedan estudiar en Soria, las deficientes infraestructuras viarias y ferroviarias, el envejecimiento progresivo de la población y sobretodo la pérdida de servicios esenciales hacen que sin remedio, los sorianos hagan la maleta buscando un futuro mejor.
Los pueblos cierran cuando cierra su bar, su banco, su tienda, su escuela y su farmacia..... y en Soria son muchos los municipios que han visto cerrar sus persianas para siempre a la vida, al transcurrir de los días, a la actividad agrícola y ganadera, al chateo en el bar, y a las misas de los domingos.
VILLAR DEL RÍO, REFLEJO DE UNA PELEA
Villar del Río es un municipio de la comarca soriana de Tierras altas, con 146 habitantes censados, bañado por el río Cidacos y situado entre las Sierras del Camero Viejo y el Hayedo de Santiago con varias pedanías, algunas de ellas deshabitadas. Villar del Río es además uno de los puntos claves de la ruta de las icnitas.
Desde hace dos años, este municipio soriano pelea sin descanso por la reapertura de su farmacia, cerrada desde el 17 de marzo de 2018. La voz del valle del Cidacos se ha hecho oir en este tiempo alto y claro en defensa de un servicios sanitarios básicos que atiendan a la población, no solo de Villar del Río sino de los 25 pueblos a los que abastecía la farmacia desaparecida. Desde hace dos años, un botiquín atiende las necesidades de los vecinos varias tardes a la semana y aunque el médico acude los mismos días lo hace en horario matinal de manera que los pacientes de los pueblos aledaños deben acudir primero a la consulta y volver por la tarde para conseguir sus medicamentos. Cuando no está abierto el botiquín, tienen que desplazarse hasta San Pedro Manrique o pedir favores para conseguir medicamentos gracias a los que se desplazan a la capital.
"LOS HABITANTES NO SON EXCUSA PARA RECORTAR SERVICIOS"
El cierre del establecimiento, cuando el antiguo farmaceútico se trasladó a Madrid, movilizó a la población que se organizó a través de una plataforma que no ha dejado de luchar y reivindicar para que sus habitantes no tengan que trasladarse a por medicinas hasta San Pedro Manrique o recurrir a un servicio de taxi o a las favores de los vecinos para conseguir sus medicinas. En el camino y en la pelea le han acompañado la Mancomunidad de Tierras Altas, los ayuntamientos de Villar del Río y los municipios vecinos, y las instituciones locales.
Nieves Orte, portavoz de la plataforma, clama por no convertir los habitantes en simples números o en un excusa para recortar servicios básicos y recuerda e insiste en que “los servicios sanitarios, educativos, sociales y de transporte son esenciales para que los pueblos sigan con vida”.
Las manifestaciones, concentraciones, los desplazamientos a Valladolid para explicar las cifras de primera mano a la Junta de Castilla y León han quedado ahora silenciados por la crisis del coronavirus en un paréntesis necesario antes de seguir peleando porque los pueblos no echen el cierre. Y es que precisamente la merma de servicios básicos se convierte en claro aliado de una crisis sanitaria como la del COVID-19 donde se disparan las cifras de contagios y fallecimientos allá donde la infraestructura sanitaria es más débil.
PELEAR CON MÁS FUERZA TRAS LA CRISIS
Cuando todo esto pase y recuperemos la normalidad que nos ha robado el coronavirus, la plataforma por la reapertura de la farmacia de Villar del Río seguirá peleando con más fuerza que nunca porque su pueblo y todos los que sufren este tipo de recortes cuenten con la atención médica y farmaceútica adecuada. Seguirán luchando también para que los vecinos puedan elegir donde vivir y dispongan de unas carreteras del siglo XXI, una conexión a internet adecuada y que permita el teletrabajo o el acceso de cualquier empresa a las nuevas tecnologías, una consulta médica de cercanía y una farmacia que les atienda.
Cierto es que la meta está más cerca que nunca después de que la Junta de Castilla y León escuchara sus propuestas y en la última reunión mantenida invitara a la plataforma, la mancomunidad y los ayuntamientos a presentar la documentación para poder tramitar el procedimiento para la reapertura solicitando ser considerada una zona farmaceútica especial.
Apoyos no le faltan, ni profesionales farmaceúticos dispuestos a abrir la persiana tampoco. El Covid 19 ha abierto un paréntesis en este largo camino que puede estar ya cerca de tener un final feliz para Villar del Río. Ojalá también para tantas necesidades de la España vaciada.