Agricultores de España y Francia cortan puntos fronterizos: “Están esperando a que nos desgastemos"

Agricultores españoles y franceses se han echado otra vez a las carreteras para presionar a los gobiernos de ambos países ante la situación “agónica” que atraviesan. Por unos precios dignos, que se elimine el impuesto de hidrocarburos y que se contemplen las cláusulas espejo son las condiciones de reciprocidad que los agricultores de países como España y Francia piden incluir en los acuerdos comerciales que la Comisión Europea negocia con terceros países que cuyos productos se importan a la Unión.

Las protestas de agricultores se producen en los pasos fronterizos a Francia y podrían ocasionar problemas, especialmente en las carreteras AP-8 en Guipúzcoa, la AP-7, la N-152 y la C-38 en Girona, así como la N-330 en Huesca. Miguel Ángel Aguilera es un agricultor soriano que se ha desplazado hasta Canfranc, dice en Herrera en COPE que las protestas son pacíficas y se está negociando con la Guardia Civil para dejar pasar a algunos vehículos, no así el transporte de mercancías. “Cuando dejamos pasar los cochees, nos apoyan, tocan claxon y nos sentimos apoyados. Estamos luchando por ellos y reivindicamos la calidad del producto que consumen”.

El ánimo permanece intacto, pero lamentan que la comunicación con el Ministerio esté bloqueada. “Están esperando a que nos desgastemos y que sigamos trabajando sin más, pero no podemos más, estamos abocados a la ruina. No hay regeneración porque es ruina”, reflexiona con pesimismo Aguilera.

Volverán a las protestas tras el verano

Miles de agricultores llegados de distintas comunidades autónomas y productores franceses toman durante 24 horas los puntos fronterizos. En Irún se encuentra Luis Francisco, ha llegado, después de hacer casi 400 kilómetros, la distancia que le separa de la localidad donde es agricultor, Becilla de Valderaduey, en Valladolid. Lo hacen porque consideran que después de las protestas siguen sin hacerles caso. Ahora en verano, con la carga de trabajo, tendrán que parar las reivindicaciones, pero si siguen sin escucharles, volverán.

Tiene 49 años y lleva 30 como productor agrícola, cultiva girasol, garbanzos y guisantes. No se sienten representados por las organizaciones agrarias y quieren que el Ministerio de Agricultura se reúna con ellos para tratar el futuro de la agricultura y terminar con las movilizaciones. Ve el futuro con dificultades, sobre todo por la llegada de productos de otros países.