El grito de auxilio de los ecuatorianos a sus familias en España: "¡Mami, por favor, ayúdame!"

La escalada de la violencia en Ecuador hace que los ecuatorianos residentes en Valladolid teman por las vidas de sus familiares

Javier Luna

Publicado el - Actualizado

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"Entre la espada y la pared". Así se sienten los ecuatorianos residentes en Valladolid, que asisten desde España con "impotencia" a la escaladada de la violencia en su Ecuador natal.

Lo que para el Gobierno de Ecuador, que ha decretado el estado de excepción, merece la consideración de "conflicto armado interno" para dos ecuatorianos que residen en Valladolid desde hace más de dos décadas es abiertamente una "guerra", a la vista de las imágenes que sus propios familiares les están haciendo llegar desde el país sudamericano.

Llamadas de auxilio desde Ecuador: "Me lo pide a gritos"

Tanto Gloria como Edmundo han conseguido hablar con sus familiares. ¿Temen por su vida? "Sí", han respondido al unísono a su paso por Herrera en COPE en Valladolid.

Gloria lleva viviendo en España 24 años. Su hija, una nieta, su madre, hermanos y también algunos sobrinos viven en Ecuador. En 2023 trató de convencer a su hija para que se trasladara con ella a Valladolid, pero esta insistió en quedarse en su país natal. "Ahora me pide a gritos que se quiere venir", confiesa Gloria. "Me dice: ¡Mami, por favor ayúdame!", añade Gloria al borde de las lágrimas.

Pero ahora "no se puede salir de Ecuador", confirma Gloria. La Administración ecuatoriana está paralizada, por lo que no les es posible obtener el visado necesario para viajar a España.

Dos noches "casi sin dormir"

Tanto Gloria como Edmundo apuntan a grupos "muy bien organizados", a quienes responsabilizan de haber sembrado el "caos" en Ecuador.

Grupos como los que recientemente obligaron a los sobrinos de Edmundo, según él mismo ha relatado en COPE, a drogarse contra su propia voluntad mientras se encontraban en su centro educativo.

Edmundo, ecuatoriano residente en España desde hace 23 años, lleva "dos noches casi sin dormir". Hace tres o cuatro meses, en su última visita a Ecuador, ya atisbó la escalada actual de violencia. Por sus calles "no se podía transitar con tranquilidad" ni "salir libremente". Pero "la incertidumbre" a futuro "es fatal".

Edmundo, como Gloria, también está intentando sacar de Ecuador a su nieta, de tan solo cuatro años de edad. También a su yerno. Pero, por el momento, tampoco ha conseguido reunirse con ellos en España.

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