Historias de amor que comenzaron a tejerse en la JMJ: “Fue donde surgió la llama”

Conocemos la experiencia de dos parejas de Valladolid que regresaron con compañero de vida

Javier LunaLaura Ríos

Publicado el - Actualizado

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Mochilas cargadas de ilusión, pero sobre todo con mucha fe. 75.000 jóvenes de toda España se dan cita en Portugal para participar hasta este domingo en una nueva edición de la Jornada Mundial de la Juventud. El plato fuerte: el encuentro con el Papa Francisco este martes 1 de agosto. La JMJ es desde su primera edición en 1986 en Roma, un auténtico laboratorio de fe en el que se despiertan vocaciones para el matrimonio y la vida consagrada. Un espacio para la evangelización y transformación de la Iglesia que se acomoda a los nuevos tiempos.

José Ramón y María

José Ramón y María son originarios de Granada, pero la vida les trajo a Valladolid en el año 2000. Viven junto a sus cinco hijos Lucía, Francisco de Asís, Jaime, Carmen y Pedro. Hoy regresan de Aveiro hasta donde han acompañado a su hija Carmen que acaba de cumplir quince años y se estrena en la JMJ. Con esa misma edad, María participó en su primera Jornada Mundial aunque admite: “me enteré de poco”. Eso fue en el año 91, dos años más tarde, regresó, con gran esfuerzo económico, y recuerda cómo llegó a plantearse la vocación consagrada a Dios, ser religiosa. Un pensamiento que rumió durante algún tiempo hasta que en París, la ciudad del amor, en 1997, coincidió con José Ramón. Su hoy marido recuerda que se enamoró al instante de ella y no dudó en encomendarse a la Virgen de Lourdes. “Le pedí salir y el milagro se obró”. Hoy son una pareja sólida que celebra su amor día a día con un recuerdo entrañable que les ha dejado su paso por la JMJ.

La historia de amor salvó el último escalón en el año 2000, en Jerusalén. María se debatía entre su vocación hacia el matrimonio o la vida consagrada. Fue en ese preciso instante cuando se despejaron todas las dudas: “Vi claro que el Señor quería estar en mi vida, pero en una vida de matrimonio con un chico que quería ser cristiano. Para mi eso era muy importante”.

Jesús y Carmen

Jesús y Carmen iban al mismo colegio, a las Agustinas, en Valladolid. Pero solo se conocían de vista. Apenas algún cruce casual por los pasillos del colegio. No fue hasta la JMJ de 2011, que se celebró en Madrid, cuando empezaron a hablar y a conocerse. Conectaron. Ahora están casados y tienen dos hijos. “Fui ahí”, reconoce Jesús, “donde surgió la llama”. “Y a a partir de ahí”, prosigue, “empezó todo”.

Jesús y Carmen vivieron intensamente aquella JMJ de Madrid, tratando de aprovechar los pocos momentos que les dejaba la apretada agenda para conocerse. Tenían sueños parecidos, gustos comunes.

De aquello han pasado 12 años y Jesús reconoce que, entonces, no pensó que de aquel encuentro de jóvenes saldría un matrimonio. Ahora recuerda con especial cariño los encuentros con el Papa. El de Madrid y el de Cracovia (Polonia), al que también acudieron, ya como pareja. “Si en la primera nos encontramos”, afirma Jesús”, esta segunda “fue la reconfirmación” de su relación con Carmen.

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