Nicolás, en su primera Navidad en un centro de acogida en Valladolid: "Con ganas de vivir"

Tras llegar a las costas de Canarias desde Senegal solicitó protección internacional a través de ACCEM

Marta Bermejo Maniega

Valladolid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Valladolid acoge a más de 200 Inmigrantes, 130 en un centro de acogida y otros 80 en pisos que gestiona ACCEM. Hoy hemos conocido de cerca en Mediodía COPE Valladolid el caso de Nicolás, un senegalés de 29 años.

De Senegal, a Medina del Campo

Nicolás tiene 29 años, es de Senegal. Tras pasar por el Balneario de Medina del Campo, pidió la solicitud de protección internacional y ahora reside en uno de los centros de acogida de ACCEM en Valladolid. Son sus primeras navidades, lejos de su familia. Sus padres y sus hermanos, se quedaron allí.

Para Nicolás y sus amigos, cómo él mismo llama a sus compañeros del centro, la Navidad española es nueva, al igual que todas nuestras tradiciones y la manera que tenemos de vivir estos días. Nicolás nos ha contado que se siente “bien, con ganas de vivir la navidad con sus amigos que están en el centro”. Estos Inmigrantes de diferentes países vinieron a Valladolid en busca de una vida mejor y desde ACCEM Vallaodlid intentan que sea así.

Navidad lejos de casa

Diego Cebas es el coordinador provincial de ACCEM en Valladolid y nos ha contado que su objetivo es hacerles sentir como en casa porque “es la primera Navidad que pasan fuera de sus hogares y son épocas que también pueden resultar difíciles”. Son fechas nos ha dicho “muy propicias para la nostalgia y nosotros nos esforzamos mucho e intentamos que se sientan como en casa que aprendan de esa multiculturalidad para compartir, para aprender y para hacer actividades distintas y bonitas”.

Ellos viven de manera muy diferente estos días. Por ejemplo en Senegal durante las fiestas de Navidad tienen como tradición “comer bailar y cantar” como hacemos nosotros aquí, pero lo más peculiar es lo que hacen en Nochevieja. Ellos no comen las uvas, sino que a media noche se bañan en el mar para celebrar el año nuevo. Según nos explica Diego estos días “decoramos el centro, ellos se involucran y les despierta mucha curiosidad todo lo que vivimos aquí, lo de las doce uvas les llama mucho la atención” y espera que este año sea para ellos muy especial.

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