los efectos de la dana

Una vallisoletana en Valencia: “No te podías quedar dormida. Sólo oías gritos. Estaba oscuro”

Graci lleva viviendo con su marido y su hijo en Valencia un año

Carolina Tabanera

Valladolid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Natural de Casasola (Valladolid) Graci comienza su relato recordándonos lo mal que lo pasó desde que se dieron cuenta, en casa, de la magnitud de la DANA. “Muy mal”. Vive a tres kilómetros de la ciudad de Valencia, en una zona que cuenta con servicios, tiendas, supermercados … ahora no hay nada. Para que te hagas una idea, si su familia necesita comprar el pan, tienen que desplazarse a pie hasta la capital, unos tres kilómetros. 

Esa tarde, la del 29 de octubre, salieron a hacer recados. Habían escuchado que en Requena, había temporal de viento y lluvia pero no intuyeron el alcance. “No sabíamos que podía pasar esto”, repite. Regresaron a casa como cualquier tarde.

“Los vecinos nos avisaron de que estaba comenzando a llover muy fuerte para que sacásemos el coche del garaje”, recuerda, pero no sirvió de nada. Lo encontraron al día siguiente a un kilómetro de su casa. “Siniestro”, no cree que puedan recuperar nada. Estaba lleno de barro y golpeado por “todas partes”. “Damos gracias por estar vivos, hay personas que no han tenido esta misma suerte”.

Pone los pelos de punta escuchar cómo relata Graci lo ocurrido. Habla de cómo los vecinos comenzaron a ponerse muy nerviosos, de cómo el agua iba avanzando a gran velocidad engullendo las calles, llevándose por delante todo lo que encontraba a su paso. Habla de cómo en unos 20 minutos el agua empezó a coger altura hasta superar los dos metros. “Los coches empezaron a flotar". El agua los arrastraba, con personas sobre ellos. Incluso pudieron ver cómo unos vecinos pudieron alcanzar a dos personas sobre el techo de su vehículo y cogerlos. “Los podría haber arrastrado el agua”.

Cuenta cómo en su vida, nunca, había visto nada igual. A Graci le recuerdan que sólo se vivió algo parecido cuando se desbordó el Turia allá por los años 50. Ahora, entre el desaosiego, el lamento y la incertidumbre, Graci da gracias porque ella, su marido y su hijo de 13 años se encuentran bien. Ya pensarán qué hacer para recuperar los daños materiales. “Mi marido tenía ordenadores, documentos, herramientas … todo en su furgoneta. Es guardia de seguridad y lo necesitaba para trabajar. Una ruina”.

Imagen de los efectos de la DANA en una de las calles del pueblo en el que vive Graci

El día después

Ahora desde su ventana, con las lluvias alejándose, le queda a la vista un paisaje desolador. “Todo arrasado”. Lleno de barro, lodo, coches apilados taponando calles que hay que ir sorteando para poder caminar. No tienen a mano ningún establecimiento para adquirir productos básicos. Tienen que desplazarse a pie tres kilómetros para poder comer. La luz no se ha restablecido del todo. “Hemos tenido que tirar todo lo que teníamos en el frigorífico”, lamenta.

A medida que avanzan los minutos, durante la entrevista, incluso se pierde la cobertura de su teléfono móvil. Antes de finalizar la llamada, termina pidiendo a las administraciones, colaboración. “Lo nuestro son pérdidas materiales, pero hay gente que está muy mal. Es una catástrofe enorme”.

No viajar a zonas afectadas

Tráfico solicita no desplazarse a la provincia de Valencia durante este puente. A pesar de la ausencia de lluvias en Valencia, muchas de las carreteras de esta provincia no están habilitadas para circular.

Los carriles que se vayan abriendo a la circulación son de uso prioritario para los servicios de emergencia y para la provisión de bienes y servicios a los municipios afectados.

La DANA no ha finalizado y continúan hoy los avisos de Aemet por lluvia con nivel naranja en Castellón y Tarragona y aviso amarillo en el suroeste de Andalucía y Extremadura.