“Desprotegidos”: funcionarios de prisiones denuncian falta de personal ante el aumento de presos y agresiones
Llevan "años" pidiendo el aumento de una plantilla "cada vez más mayor" en la cárcel de Valladolid donde, según CSIF, la edad media de sus trabajadores supera los 54 años
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417 expedientes abrió el Ministerio del Interior durante el año 2022 en el Centro Penitenciario de Villanubla, en Valladolid. Esta cifra supone un incremento de más del 20 por ciento, con respecto al año anterior. Lo que no aumenta es la plantilla, para malestar de los funcionarios de prisiones.
Honorio tiene 57 años. Lleva más de media vida trabajando como funcionario de prisiones. Los últimos 18 años, en Valladolid, donde conviven 456 internos. Aproximadamente “la mitad”, explica Honorio, cumple condena “por robo” o “por tráfico de drogas”. Pero allí están notando también un “aumento” en los delitos relacionados con la integridad sexual.
Llevan “años” pidiendo más personal, ante el envejecimiento de una plantilla cuya edad media, según CSIF, supera los 54 años. Asegura Honorio, delegado también de este sindicato en la prisión vallisoletana, que con la oferta actual no cubren “ni las jubilaciones”. Cifra en 64 las vacantes actuales en el Centro Penitenciario de Villanubla.
Presos de “especial seguimiento”
Desde 2022 en Villanubla ya no hay presos de ETA. Aunque sí miembros de otras organizaciones terroristas de ideología islamista e integrantes de bandas callejeras. Hay 20 internos del Régimen FIES y que requieren, explica Honorio, un “especial seguimiento”.
En 2021, los funcionarios de esta prisión vallisoletana abrieron 337 partes disciplinarios, según CSIF. Y en lo que va de año el sindicato asegura que ya se han superado los 180. A juicio de Honorio a los internos “les sale gratis” agredir a un funcionario de prisiones. ¿El motivo? Que al no estar considerados agentes de la autoridad “la consecuencia es mucho menor”, explica.
Un suicidio en 2022
Entre los incidentes “más graves” se encuentran esas agresiones. Tanto entre presos, como de presos a funcionarios. En su conjunto, sumaron un total de 112 expedientes en 2022 según los datos aportados a COPE por CSIF. También son habituales los partes a presos en posesión de objetos prohibidos en prisión.
Un momento especialmente difícil para los trabajadores de la prisión vallisoletana fue el suicidio del acusado del triple crimen de La Rondilla a los pocos días de su ingreso.
Para evitar este tipo de situaciones existe un protocolo que piden “actualizar” a la realidad de cada centro penitenciario y “adecuarlo” al tipo de delitos cometidos por sus internos. Un desarrollo “difícil” ante la “falta de personal”, que compromete también, advierte Honorio, la “reeducación” de la población reclusa.