El golpe de suerte de un estudiante de Valladolid en la EBAU: “¡Solo me había estudiado un tema!”
Aumenta un 5% el número de inscritos para las pruebas de acceso a la universidad
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Nervios, sí, pero también muchas ganas de poder demostrar lo aprendido durante los dos cursos de Bachillerato.
Aproximadamente, 2.500 alumnos se enfrentan en 2023 en Valladolid a los exámenes de la prueba de acceso a la universidad, más conocida como EBAU.
Buenas sensaciones a las puertas del Aulario de la Universidad de Valladolid durante la primera jornada de exámenes, a la espera de las notas finales. Sobre todo, entre quienes han vivido un auténtico golpe de suerte, como este estudiante que ha confesado a COPE que “solo me había estudiado un tema y justo es el que ha caído”. Recién salido del examen de Lengua ha reconocido que “no puedo medir más, la verdad”. “Estoy contento”, ha afirmado mientras celebraba su golpe de suerte con un compañero y un profesor de su centro educativo.
Los estudiantes tienen apenas hora y media para demostrar todo lo aprendido en dos cursos acerca de cada materia. Repartido el examen, algunos de sus profesores esperan fuera. Y lo hacen convencidos de la valía de sus alumnos, a sabiendas de que “se la juegan” en tres días de exámenes. Alberto es profesor de Historia en el Colegio San Agustín: “Ellos tienen mucha tensión, pero están preparados”.
La nota de corte
Para muchos estudiantes el resultado de la EBAU determinará qué carrera pueden estudiar y en qué institución académica. Pero, ¿saben que quieren estudiar? Según un estudio, solo el 19 por ciento de los estudiantes de Bachillerato consultados en Valladolid lo tienen claro.
Entre los estudiantes consultados por COPE hay quien asegura saber qué carrera estudiar “desde pequeño”. Otros reconocen estar pendientes de cuál será, finalmente, la nota de corte.
Hay quien va al examen con la tranquilidad de haber sido ya aceptado en una universidad privada. Es el caso de María, a quien “con aprobar” le será suficiente para estudiar a caballo entre Madrid, Bolonia (Italia) y Bruselas (Bélgica).
Incluso, a las puertas del Aulario de la Universidad de Valladolid, en COPE nos hemos encontrado con alumnos que tienen claro que no irán a la universidad. Y, entonces, ¿por qué se presentan a la EBAU? “Por si acaso”, dice uno. “Por recompensa, para demostrar lo que has estudiado y plasmarlo en los exámenes”, apunta otro. El camino formativo de ambos continuará por la rama de la Formación Profesional.
¿Una EBAU única?
Desde la Universidad de Valladolid celebran que la EBAU esté transcurriendo sin incidentes reseñables. Solo nervios que acaban con alguna visita de última hora al cuarto de baño.
El 2023 será el último año del examen de la EBAU tal y como lo conocíamos hasta ahora, con más opciones para que los estudiantes puedan decidir a qué preguntas responder. Lo que podría explicar, en parte, que hayan aumentado un cinco por ciento las inscripciones en el distrito de la Universidad de Valladolid.
En 2024, previsiblemente, el examen cambiará de formato. Pero las universidades están a la espera de conocer la letra pequeña. El nuevo Decreto “se ha frenado”, explica Ricardo Josa, coordinador de la EBAU en la Universidad de Valladolid.
“No sabemos qué va a pasar”, responde Josa, que no conoce más que el último borrador de las futuras pruebas.
En Castilla y León alumnos, profesores, universidades e, incluso, el Gobierno autonómico llevan años pidiendo una EBAU “única” para evitar que haya tantos exámenes como comunidades autónomas. Ha habido avances, reconoce Josa. Concretamente, grupos interterritoriales que trabajan conjuntamente desde hace tres años. “Ojalá se siga avanzando”, añade el coordinador de la EBAU en la Universidad de Valladolid, quien vería “fenomenal” la unidad de criterios en todo el territorio nacional.