El humo de los incendios de Canadá se hace visible en el cielo de Castilla y León
Un efecto óptico deja coloraciones blanquecinas en el cielo y rojizas en el sol
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Te habrás fijado que el cielo estos últimos días del mes de junio tiene un color blanquecino. Y que el sol, sobre todo al atardecer, adquiere un tono rojizo o anaranjado.
Los incendios que se están registrando en Canadá están detrás de estos cambios en los cielos de Castilla y León, aunque nos separan algo más de 7.000 kilómetros de este país norteamericano.
¿A qué se debe? A la “circulación general de la atmósfera”, según ha explicado a COPE el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Castilla y León. Manuel Antonio Mora nos ha contado que “la corriente de aire del Oeste arrastra las partículas en suspensión” que se encuentran en el humo “hasta llegar a la parte occidental de Europa”. Creando, así, un efecto óptico denominado “dispersión de Mie”.
“Al incidir la luz solar en esas partículas de humo”, explica Mora, “hacen que el cielo sea blanquecino”. “Incluso”, añade, “en los atardeceres se adquieren tonalidades rojizas o anaranjadas muy notables”.
¿Influyen las partículas en la meteorología?
Y te preguntarás: ¿Son perjudiciales para la salud estas concentraciones de partículas? ¿Están influyendo de alguna manera en el tiempo de Castilla y León?
Mora les resta importancia. Esas concentraciones “no son demasiado altas”, asegura. Las previsiones que maneja la AEMET de material particulado tampoco "parecen elevadas". Por este motivo “no parecen importantes”. No van más allá de un efecto óptico. “Es algo anecdótico”, sentencia el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología.