DESPERDICIO ALIMENTARIO 

Operación contra el desperdicio alimentario: “Reto grave”

Un tercio de los alimentos que se producen en el mundo acaba en la basura

Laura RíosCarmen García Mollón

Valladolid - Publicado el

3 min lectura

Un tercio de los alimentos que se producen en el mundo acaba en la basura. Al final de la cadena, las pérdidas se calculan en el entorno del 19%. ¿Sabes cuántas comidas al día acaban en el contenedor? Mil millones, la misma cantidad de personas que sufren hambre aguda. Desde Valladolid, el ingeniero agrónomo José María Santos ha puesto en marcha una plataforma contra el despilfarro (https://despilfarroalimentario.org/). Ofrece técnicas de aprovechamiento alimentario para no tirar nada a la basura. La idea surgió de un grupo de amigos que estaba preocupado por este problema que supone un “reto grave”. 

José María nos ha propuesto en Herrera en COPE algunas prácticas para evitar el despilfarro alimentario. No caer en las ofertas del tres por dos porque “muchas veces nos llevamos a casa un kilo más para acabar a la basura”.

También es importante comprender las fechas de caducidad y de consumo preferente. Es uno de los motivos por los que el 20% de los yogures que se venden en Europa terminan en la basura sin abrir, simplemente porque pone fecha de consumo preferente tal fecha. “Se pueden consumir perfectamente después”, argumenta.

Objetivo de la plataforma

Con esta plataforma pretenden ser un espacio de información, formación y sensibilización. Nos ha contado Santos que han llevado sus propuestas a los partidos políticos para que sean incluidas en la nueva Ley que regulará el desperdicio y se espera que sea aprobada en enero. Asegura que la ley tiene que ser ”ambiciosa y valiente” y se encargue de la “prevención”. Saber qué sucede y por qué en todos los eslabones de la cadena.

“No que vayamos a las donaciones, decir a ver qué hacemos con lo que nos sobra, sino qué vamos a hacer para que eso no llegue a sobrar, porque en muchas ocasiones lo que sobra no tiene posibilidad de ser donado y entonces se termina perdiendo. Y que se mire y se cuantifique en todos los eslabones de la cadena, desde el sector primario en el campo, hasta el consumidor final, qué es lo que sucede y por qué”, explicaba José María Santos.

Comedores escolares comprometidos

¿Qué pasa con los menús que no sirven en los comedores escolares? En al menos ocho coles de Valladolid, esos platos se distribuyen entre las familias que más lo necesitan de la ciudad. Si el Banco de Alimentos reparte productos sin cocinar, en este caso hablamos de platos ya elaborados. 

Elisa Rodríguez nos habla de la labor que realiza la Asociación Mundial Ayuda a Pueblos Necesitados y que permite ayudar a 22 familias, 92 usuarios con especiales necesidades. Cada centro escolar tiene dos familias asignadas y son ellas las que deben pasar a por el menú elaborado.

Mermas con una segunda vida

Y seguro que has visto al ir a comprar al supermercado que la bolsa de ensalada o una empanada están más baratos. No es algo habitual, pero lanzan ofertas para facilitar la venta porque tienen la caducidad muy próxima. Los bancos de alimentos como el de Valladolid llenan sus despensas no sólo con las donaciones de empresas e instituciones, también con las mermas, que son los productos que están a punto de caducar, pero a las que se les puede dar una segunda vida. 

En lo que llevamos de año, el Banco de Alimentos de Valladolid ha recogido 108.000 kilos. Supone el 11 por ciento de los alimentos de su despensa. El pan es el principal alimento que llega de las mermas y que aprovechan las entidades beneficiadas, como ha explicado en Herrera en COPE, Jesús Mediavilla, presidente del Banco de Alimentos de Valladolid.

Temas relacionados