Pilar, una enfermera de Valladolid agredida por una paciente: “Me sentí obligada”
Las agresiones han descendido entre un 24 y un 18 por ciento en las Áreas de Salud Este y Oeste
Valladolid - Publicado el - Actualizado
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Pilar es enfermera en el Hospital Clínico de Valladolid desde hace 20 años, pero hace dos sufrió su primera y, de momento, única agresión. Ocurrió a los dos minutos de comenzar su turno en urgencias. Todavía lo recuerda con pavor: "Cuando empecé a atenderla, se lanzó sobre mi, me arañó la cara y me arrastró por el suelo. Me arrancó un mechón y me rompió las gafas". A pesar del fuerte impacto, sus compañeros la curaron y decidió seguir atendiendo a la paciente que la había agredido.
“La seguí atendiendo porque me sentí obligada, por evitar el miedo que te puede provocar el haber sufrido la agresión”, explica Pilar. “Tenía necesidad de demostrame que era capaz de tirar para delante y solicité que me curaran y me dejaran. Estuve con ella hasta el momento del alta". Reconoce que vivió una situación “muy tensa”, con miedo a que volviera a repetirse.
Sólo en 2023 se han registardo 600 agresiones. Las mujeres son las que más lo sufren, sobre todo en Salamanca, Palencia, Burgos y El Bierzo. En Valladolid bajan. Lo hacen un 24 por ciento en el Área de Salud Este y un 18 en el Área de Salud Oeste.
“No nos tenemos que echar para atrás”, por eso Pilar decidió continuar atendiendo a su paciente, lo que no hizo fue presentar denuncia por temor. Sí lo hizo el hospital y tuvo que ir a declarar.
Descienden las agresiones en Castilla y León: “Insuficiente”
En 2023, las agresiones a trabajadores sanitarios alcanzaron las 600. Salamanca, Palencia, Burgos y El Bierzo son las zonas donde más se han registrado. En Valladolid bajan. Lo hacen un 24 por ciento en el Área de Salud Este y un 18 en el Área de Salud Oeste. Las más agredidas, física y verbalmente, las mujeres. ¿Qué protocolos tiene establecidos la Administración? Hay en hospitales y centros de Salud. Jesús García-Cruces, viceconsejero de Asistencia Sanitaria, nos lo ha contado en Herrera en COPE. “Continuamos con las medidas de seguridad. Vigilantes, cámaras, pulsadores de alarma, más puertas de salida y el conocido como botón anti pánico.
García Cruces lamenta que siga pesando “demasiado” el miedo a denunciar. Muchos profesionales sanitarios que han sido agredidos han renunciado a tomar medidas. ¿Por qué? Uno de los principales miedos es poder volver a cruzarse con su agresor. “Se pueden encontrar al paciente en el entorno en el que vivien”.
Desde 2013, las agresiones a trabajadores en centros sanitarios se consideran “atentado a funcionario público”. Por eso, ya existen sentencias que condenan a agresores incluso a penas de prisión.
Sanidad admite que el plan frente a las agresiones tiene ámbito de mejora. Por ello, se prevé una actualización del plan que está en vigor desde el año 2008.