El renacer de un abogado de Valladolid con una deuda de 2,6 millones de euros para los próximos 514 años
Consiguió reflotar una empresa dedicada a las artes escénicas, pero la pandemia de la COVID-19 frustró sus aspiraciones
Valladolid - Publicado el
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¿Te imaginas endeudarte para los próximos 514 años? El vallisoletano Sergio Sanjuán Urdiales lo ha experimentado. Abogado de profesión y psicólogo en formación, decidió en 2017 dar el salto como empresario y asumir el control de una empresa dedicada a las artes escénicas que atravesaba dificultades. Comenzó con 30 empleados y una facturación de 800.000 euros que en dos años ya eran cuatro millones y una plantilla de 210 trabajadores.
La pandemia lo trastocó todo y se acumularon las deudas, hasta 2,6 millones de euros. Ahí comenzó la liquidación de todas las empresas y de su propio patrimonio. Lo perdió todo. Su vivienda y su coche. En 2022 su sueño como empresario se había esfumado y con él incluso había saltado su vida por los aires. Este padre de diez hijos explica en Herrera en COPE en Valladolid que este proceso lo ha vivido como un renacer. “No tengo nada ahora mismo, pero no debo nada. Es lo más parecido a un nacimiento”, reflexiona en una entrevista concedida en Herrera en COPE en Valladolid.
El peor momento de la crisis empresarial
Dice que uno de los peores momentos fue aprobar un expediente de extinción de empleo que afectó a más de 200 personas, pero no hubo opción. Sergio se ha beneficiado de la Ley de Segunda Oportunidad. La suya es la deuda más elevada que se ha condonado con una normativa europea recién salida del horno. Una exigencia de Europa que entró en vigor el mismo día en el que se presentó toda la documentación.
Sergio nos explica que la regulación ahora es más accesible para ayudar a empresarios que tienen que soportar cuadros de amortización que van más allá de la propia esperanza de vida. “Las empresas tienen unos volúmenes de riesgos que las familias no pueden soportar. O damos una salida o nadie se haría empresario”, señala.
Un abogado con vocación de psicólogo
Sergio se quedó a cero y ha vuelto a empezar de nuevo. Lo hará como abogado, pero con la vista puesta en la psicología. Está formándose para llevar a su despacho la manera de ayudar también a sus clientes a encontrar un sentido cuando vienen mal dadas. “Veo que hay aspectos interiores aunque ganes el pleito, puedes perder tu alma y si pierdes el pleito, puedes ganar una vida”, señala. Es consciente de que más de la mitad de sus clientes arrastran problemas mentales y “quiero llegar más allá”.
“Cualquier salud mental cae ante una situación grave”. Sergio presume de de agarrase a sus fortalezas en los momentos de debilidad, entre ellos, el deporte, la ética, la religión. Se ha valido de la abogacía como un “balcón de experiencia de los que salieron adelante y los que no”. Por todo ello, este abogado tiene una clara vocación de psicólogo y ha comenzado a estudiar el grado en Psicología para poder desarrollarlo en su propio despacho como abogado.