Un conductor investigado en Zamora tras su negativa a someterse a las pruebas de alcohol y drogas

En la carretera nacional N-525, en las inmediaciones de la localidad de Palacios de Sanabria

Cedida

Guardia Civil en un control

Ángel García Pérez

Zamora - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

El pasado 25 de noviembre, una patrulla del Destacamento de Tráfico de Puebla de Sanabria interceptó a un conductor en la carretera nacional N-525, a la altura del kilómetro 71,500, en las inmediaciones de la localidad de Palacios de Sanabria. Los agentes detuvieron el vehículo para notificarle una infracción detectada durante el servicio, pero al aproximarse al conductor, observaron claros indicios de que podría encontrarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Ante esta situación, los agentes procedieron a solicitar al conductor que se sometiera a las pruebas legalmente establecidas para determinar la presencia de alcohol o sustancias estupefacientes en su organismo. Sin embargo, el implicado se negó rotundamente a realizar cualquier tipo de prueba, incumpliendo la normativa vigente.

Investigación por delitos contra la seguridad vial

Debido a su negativa, los agentes procedieron a investigar al conductor como presunto autor de dos delitos contra la seguridad vial. El primero por negarse a someterse a las pruebas de detección de alcohol y drogas que establece la ley, y el segundo por conducir un vehículo bajo la influencia de bebidas alcohólicas, un acto que pone en grave riesgo tanto su vida como la de los demás usuarios de la vía.

El investigado, junto con las diligencias correspondientes, fue puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Puebla de Sanabria (Zamora), donde se determinarán las medidas legales pertinentes en su caso.

Peligros y consecuencias de la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas

Desde la Guardia Civil se recuerda que la ingesta de alcohol, drogas o sustancias psicotrópicas afecta gravemente las capacidades necesarias para conducir un vehículo. Estos efectos incluyen la disminución de la capacidad sensorial, reflejos más lentos, menor atención y una percepción distorsionada de la realidad, aumentando exponencialmente las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico. Además, estas conductas representan un riesgo real no solo para el infractor, sino para todos los usuarios de la vía.

Sanciones administrativas y penales

Conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, o negarse a realizar las pruebas establecidas, tiene severas consecuencias legales. Administrativamente, estas conductas pueden conllevar sanciones económicas de hasta 1.000 euros. Penalmente, pueden ser castigadas con penas de prisión de tres meses a un año, multas de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de entre 31 y 90 días. Además, el infractor podría perder su derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un período que oscila entre uno y cuatro años.

      
             
      

Este caso pone de manifiesto la importancia de respetar las normas de tráfico y la necesidad de garantizar una conducción segura para evitar poner en peligro la vida en las carreteras.