Mujeres ganaderas que mantiene viva a Zamora y a la España Vaciada
Miles de agricultores y ganaderos zamoranos siguen haciendo que el sector sea un pilar de la supervivencia de la tierra
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Zamora es una de las provincias de España, al igual que Teruel, que se ha convertido en una más dentro de la llamada “España Vaciada”. Una provincia que a lo largo de los años se ha ido despoblando de personas que allá por los años 70 emprendieron un camino hacia un futuro laboral mejor que hizo que nuestros pueblos fueran poco a poco perdiendo su vida.
Tal es así, que a día de hoy, esa sangría de población perdida sigue manteniéndose con el transcurrir del tiempo e incluso ahora se ha acentuado más debido al envejecimiento de la población y la falta de efectivos que vuelvan a sus lugares de origen. Pero en la provincia zamorana hay un sector que, pese a todo, mantiene viva la llama de la vida en los más de cien pueblos que todavía se mantiene abiertos en esta España vacía.
MÁS DE 150.000 HECTÁREAS AGRARIAS
El sector agrario en Zamora cuenta con un total de 237.000 hectáreas de superficie agraria, la mayoría de ella dedicada a los cereales, más de 157.000 hras, eso hace que la provincia sea eminentemente agraria y ganadera porque todavía resisten unos 5.000 agricultores y ganaderos en ella para mantenerla viva y dar luz y trabajo a unos municipios que van perdiendo su color por la falta de personas.
Una prueba de ese pueblo que aún se mantiene porque da trabajo en el campo es el que representa Maruja Marcos, una ganadera de vacuno con unas 60 reses de raza Alistana-Sanabresa, que vive en la localidad de Arcillo, un pueblo de apenas 25 personas que todavía se resisten a desaparecer.
"MUCHAS VECES DAN GANAS DE DEJARLO TODO E IRSE"
La vida de Maruja Marcos es la vida de muchas mujeres en el medio rural y en la España Vaciada ya que compagina su trabajo de ganadera con el de madre y trabajadora fuera de casa. Una lucha diaria que tiene que llevar “lo mejor que puede” para seguir estando en el pueblo y trabajando en un oficio “duro”. “Yo tengo ya más de cincuenta años y no me puedo marchar pero muchas veces dan ganas de dejarlo todo e irse”. “Ahora tenemos esa España Vaciada que hace cuarenta o cincuenta años podían haberla salvado, ahora está agonizando y los pueblos más pequeños va a ser difícil que sobrevivan”, confirma Maruja. Reconoce esta ganadera que la Administración “tampoco nos lo pone fácil porque nos exige mucha burocracia que al final hace que no puedas sacar mucho trabajo hacia adelante porque estás más tiempo solucionando papeles que dando de comer a tus animales”.
"PASTANDO LOBOS", UN PROYECTO PARA VENDER SU PROPIO PRODUCTO
Otra ganadera, Rosa González, es un claro ejemplo de esa España Vaciada que todavía mantiene un pueblo. Vive en una pequeña localidad sanabresa de apenas cincuenta vecinos, Santa Colomba de Sanabria, junto a su marido y sus tres hijos mantienen una explotación de ovino de más de 1.000 cabezas. Recientemente ha sido galardonada con el premio Talenta al emprendimiento rural otorgado por la Asociación de Mujeres Rurales y Corteva Agriscente por su proyecto “Pastando con lobos”. Una marca que tiene como objetivo “vender nosotros mismos nuestro producto para que valga más, como es el lechazo”.
Ejemplos de mujeres que perviven en un mundo rural que gracias a la agricultura y ganadería siguen sacando hacia adelante muchos pueblos de la llamada “España Vaciada”.