PELUQUERÍA

Una de las mejores escuelas de peluquería de Europa está en Barcelona: "Me lo ha dado todo"

Redacción COPE Cataluña

Barcelona - Publicado el

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Miguel Griñó llegó con 14 años a Barcelona desde Lleida para estudiar peluquería. Los primeros pasos los dio junto a su madre, peluquera de profesión.

Todavía recuerda al señor Tomás, un maestro que le descubrió la belleza de este oficio. Poco después se marchó a Francia, donde tomó la experiencia en Lyon y en París.

Con 20 años, y con la ayuda de su madre, abrió la primera peluquería en 1964. Fue en el barrio, en la calle de Floridablanca. Al poco tiempo abrió otra mayor en la avenida de Mistral.

Con más de 64 años de profesión, la Escuela de Peluquería Miguel Griñó es una institución en el barrio de Sant Antoni. Les ha transmitido el método singular que ha elaborado a través de su experiencia profesional, que pone al cliente en el centro.

La mejor de Europa

La Escuela de Peluquería Miguel Griñó ha sido premiada en París como mejor academia de peluquería en Europa por Intercoiffure Mondial.

La escuela está dividida en secciones y también realizan cursos de perfeccionamiento y de imagen personal. La academia tiene una sección específica de peluquería masculina, donde enseñan técnicas clásicas y nuevas herramientas.

"La peluquería es una profesión artesana que debemos mantener y mejorar para otorgarle la categoría social que se merece"

Uno de los objetivos es despertar la creatividad del alumnado.

La pandemia obligó a muchas peluquerías a cerrar

De los 50.000 salones de peluquería y estética que había abierto en marzo del 2020, han sobrevivido menos de 35.000, es decir, más de 15.000 no han tenido más remedio que cerrar.

Los que todavía están de pie luchan por salir adelante, pero no lo están teniendo nada fácil: el aumento de costes, los impuestos y la caída de la demanda provocan que su situación sea cada vez más insostenible.

Las peluquerías emplean a 110.000 personas, según los datos de Alianza Empresarial. Sin embargo, en los últimos cuatro años se ha registrado una caída acumulada de la facturación del 20,19%, frente a un incremento de los costes superior al 27%.

Baja la demanda de los centros de estética y peluquería

Las visitas a los centros de peluquería se han reducido a la mitad desde 2019, pasando de 8,4 a 4,1 citas por habitante al año.

Ahora, en la época pos-COVID, la gente se ha acostumbrado a hacerse ellos mismos los servicios de peluquería en casa, lo que ha supuesto que aumenten los ingresos de las compañías fabricantes de productos de cosmética capilar que se venden en perfumerías o supermercados. Pero no el de las peluquerías.

Murcia, la comunidad autónoma peor parada

Alianza Empresarial ha creado lo que llaman 'el mapa de la ruina' que refleja qué salones de peluquería, estética y barberías de España son las más afectadas por la caída de ingresos.

Destacan la Región de Murcia, en primer lugar, seguida de La Rioja, Galicia, Castilla-La Mancha y Castilla y León.

Aumentan los costes de la electricidad

Además del aumento de los costes de fabricación y logísticos que los proveedores han transmitido a la hora de vender el producto, lo que más ha perjudicado al sector es la subida descomunal del precio de la electricidad.

Y es que si nos paramos a pensar todo lo que utilizan las peluquerías es con energía eléctrica: la luz, la climatización, secadores, etc.

Y otro coste que también se ha incrementado es el laboral. Con la subida del Salario Mínimo Interprofesional que ha habido en estos años, ha aumentado desde 2018 en más de 500 euros al mes por empleado, lo que supone un 30% más.