SALUD
Una prueba piloto en un barrio de Barcelona reduce un 25% los niños con obesidad
La prueba piloto en el barrio de la Mina ha reducido del 26% al 25% el porcentaje de niños y niñas con exceso de grasa
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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La prevalencia de la obesidad infantil es 8 veces más alta en un barrio de nivel socioeconómico bajo que en uno acomodado en Cataluña, aunque entre los códigos postales solo hay una distancia de 13 paradas de metro.
En promedio, un 12,6% de los niños y niñas tienen obesidad en Cataluña. Ante esta realidad, Salut extenderá a 28 equipos de atención primaria (EAP) el plan para reducir la obesidad infantil que empezó con una prueba piloto en la Mina.
En este barrio de Sant Adrià de Besòs, la obesidad ha pasado del 26,4% al 25,4%. En estos 28 CAP, de zonas con elevados índices de obesidad y de vulnerabilidad social, en septiembre empezará, por un lado, la intervención comunitaria y, por otro, el asistencial a los niños derivados desde Pediatría.
La cifra con niños con exceso de grasa es aún mayor
Así, uno de cada tres (33,9%) niños de 6 a 12 años en Cataluña tiene exceso de peso (sobrepeso u obesidad), según los últimos datos del Departament de Salut, que ha dado a conocer este viernes en la presentación del plan para reducir la obesidad, desde el CAP Besòs de Barcelona.
Los datos, que corresponden a la última Encuesta de salud de Cataluña (ESCA), muestran diferencias entre niños y niñas.
El 38,6% de los niños tienen sobrepeso (22,1%, sobrepeso y 16,5%, obesidad) y el 28,8% de las niñas (20,5% y 8,3% respectivamente).
Los niños con obesidad tienen un 70% de probabilidades de ser adultos con esta dolencia, que a la larga causa diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer y artrosis, entre otras patologías.
Sufrir obesidad también puede llevar a una falta de autoestima ya problemas de salud mental, vinculados al estigma social.
La obesidad infantil provocará en el adulto enfermedades que son prevenibles
Los responsables de Salud atribuyen los índices de obesidad a varios factores, como el consumo de alimentos procesados, ricos en grasa, sal y azucar; un estilo de vida más sedentario, motivado aún más por los teléfonos móviles u horarios desordenados y con pocas horas de sueño.
Como muestra un estudio de la Universidad de Barcelona publicado hace unos días que asocia el uso de pantallas antes de acostarse con mayor riesgo de sobrepeso y obesidad infantil.
Para reducir la obesidad infantil, el Departamento de Salud presentó una prueba piloto en el barrio de la Mina en 2019, aunque se ha acabado desplegando sobre todo en 2021 y 2022 debido a la pandemia de la cóvid-19, ya que las acciones que planteaba eran comunitarias desde el barrio y desde el centro de atención primaria.
Ahora, la conselleria quiere desplegar el proyecto en 28 equipos en los próximos meses, de los 370 que existen en Cataluña.
"Si conseguimos bajar la prevalencia en estas zonas, esto tendrá un impacto en la situación global de Cataluña", afirmó la secretaría de Salud Pública, Carmen Cabezas, quien añadió que, si los resultados son positivos, la idea es extender el plan además equipos del territorio más adelante.
Algunos de esta treintena de CAP se encuentran en el área metropolitana, como el de Roquetes, Bon Pastor y Besòs (Barcelona); San Roque (Badalona); Hondo (Santa Coloma de Gramanet); Florida (Hospitalet de Llobregat) San Ildefonso (Cornellà), Sabadell Sur; y hay otras áreas, como Tarragona 2, Capellades, Vic Nord, Girona 3 o Lleida 1.
De acuerdo con el calendario, entre mayo y julio se realizarán las formaciones y entre septiembre y julio del próximo año, las intervenciones comunitaria y asistencial.
El plan previene la designación de una persona referente para coordinar el proyecto en cada CAP y la implicación del dietista nutricionista, que intervendrá al menos dos tardes a la semana con la ayuda de la enfermera pediátrica.
El proyecto implica también al referente de bienestar emocional y otros profesionales de salud comunitaria.
Intervención desde el CAP y desde el barrio: “¿Faltan fruterías?”
La intervención desde el CAP va desde antes del embarazo de la madre y hasta la adolescencia.
El Departamento de Salud indica que debe ser centrada en la persona, de forma respetuosa y no estigmatizante.
Los objetivos deben ser realistas y pactados, poniendo énfasis en el vínculo a establecer; cuidar las horas de sueño; llevar una dieta saludable y equilibrada; reducir el tiempo frente a las pantallas, hacer ejercicio y no consumir bebidas azucaradas.
En cuanto a la intervención comunitaria desde el barrio, la idea es aliarse con entidades y otros activos para identificar determinantes de la obesidad y encontrar recursos para hacerle frente.
La prueba piloto en la Mina: pactos para una alimentación más saludable
En la Mina, de los 141 niños que fueron derivados desde Pediatría para una intervención asistencial en febrero de 2021, 100 iniciaron el proceso y 51 lo terminaron. La cantidad de visitas por niño fue muy variable, de 4 a 15 sesiones.
La media de acuerdos por familia fue entre 3 y 4 pactos simultáneos. Los acuerdos más escogidos tuvieron que ver con la alimentación y los que menos con los límites de las pantallas. Los acuerdos que más se cumplieron son los del sueño.
Algunos de los resultados de este abordaje han sido un incremento de la fruta, de 0,4 raciones al día antes se ha pasado a 1,3 después de la intervención; de las hortalizas, de 0,5 a 1,2; de la legumbre, de 1,6 raciones a la semana a 2,3 y de frutos secos, de 0,5 semanales a 1,7, mientras que la bollería pasa de 6,6 a la semana a 2,5 y las golosinas , de 2,3 al día a 0,6. Las horas de pantalla diarias pasaron de 4,7 a 3,4 y las horas de deporte a la semana de 0,3 a 3,2.