¿Qué plagas tendremos este verano?

La plaga que se prevé más presente este verano es la de la CUCARACHA DE ALCANTARILLADO, especialmente la cucaracha americana (Periplaneta americana), de color marrón es la que encontramos más habitualmente. Estas cucarachas provienen de la red de alcantarillado y se pueden encontrar en todo tipo de edificios.

También encontraremos este verano la otra cucaracha de alcantarillado, la cucaracha oriental (Blatta orientalis, de color negro), así como la cucaracha del café —o alemana— (Blatella germanica) de color más claro —rubia— y más usual en el interior de las viviendas y en el ámbito de la restauración.

Las cucarachas viven y se alimentan en lugares donde hay suciedad, y por eso pueden causar contaminación con bacterias —como por ejemplo la salmonela— sobre superficies y alimentos, cosa que incrementa el riesgo de enfermedades y alergias. La mejor prevención es la limpieza y el mantenimiento de todo el sistema de cañerías, desagües y arquetas del alcantarillado.

Hay un control natural de Plagas

La naturaleza tiene sistemas naturales de plagas como, por ejemplo, la del pulgón. Las mariquitas son las grandes aliadas de los agricultores para mantenerlos a raya.

Las mariquitas llegan a comerse 50 pulgones al día.

Mosquito tigre, el insecto molesto que aparece cada verano

Aún con la escasez de lluvias, el verano del 2023 volverá a aparecer con fuerza el MOSQUITO TIGRE (Aedes albopictus), que es el que puede provocar más molestias a las zonas urbanas.

Quim Sendra, presidente de ADEPAP, explica en Herrera en COPE Catalunya que “incluso en un contexto de sequía, es un mosquito que vive y se aprovecha de la actividad humana porque tiene bastante con pequeñas acumulaciones de agua para reproducirse. “Su hábitat larvario son desagües, jarras, testos, platillos, cubos y otros pequeños charcos y recipientes al aire libre con pequeñas cantidades de agua; así pues, hay que evitar que quede agua en estos pequeños colectores”. También es importante “instalar mosquiteres en las viviendas (ventanas, puertas y otras aperturas), vestir piezas de manga larga y pantalones largos y utilizar repelentes de insectos sin abusar”, recuerda Sendra.

También estará el mosquito común (Culex pipiens), pero su aparición se concentrará sobre todo en aquellas zonas donde puedan producirse precipitaciones más frecuentes y abundantes, y en zonas con grandes masas de agua, cerca de ríos, lagos, estanques, etc., puesto que, junto con el calor, los mosquitos comunes necesitan bastante agua para reproducirse.

Rata común, una plaga urbana de todo el año

La rata gris —o rata común— (Rattus norvegicus) se encuentra principalmente en entornos urbanos. Es omnívora y puede desplazarse hasta una distancia de 50 metros para buscar alimento y/o agua. Tiene costumbres excavadoras y hábitos nocturnos y, al ser un animal de sangre caliente está activa y es reproductiva todo el año.

Como todos los animales, las ratas tienen tres requerimientos primarios para vivir: alimento, agua y refugio. La eliminación de algunos o de todos estos requerimientos forzará las ratas a irse.

Luis Lozano explica que hay que tapar con materiales resistentes a las ratas “cualquier apertura superior a 12 milímetros, puesto que márgenes de puertas y ventanas, orificios de entrada de cañerías, orificios de ventilación, etc. son posibles puntos de entrada”. Por otro lado, “el saneamiento es la otra medida preventiva para un correcto control de estos animales”.

Cada vez es también más habitual la presencia de rata negra (Rattus rattus) a los entornos urbanos, donde habitualmente no estábamos acostumbrados a encontrar. Esta especie escala más fácilmente y puede subir las paredes con la ayuda de cableados, salientes o pequeñas grietas de los edificios.

Otra plaga habitual del verano: las chinches de cama

La movilidad de las personas viajes internaciones, y especialmente del turismo, hará volver una de las plagas que no para de aumentar en Cataluña (con la excepción de los años de pandemia de la covid-19): las CHINCHES DE CAMA (Cimex lectularius) que, en la mayoría de casos, llegan a las casas transportados en la propia ropa o las maletas de viaje.

Sendra afirma que las plagas de este insecto “son bastante difíciles de eliminar, puesto que durante el día el chinche se esconde en rincones, grietas de la madera o pliegos de ropa, especialmente a los colchones y sofás, y sale por la noche a chupar sangre”.

El presidente de ADEPAP recomienda a los viajeros que “revisen a fondo los aposentos donde pasarán la noche, así como las maletas al volver a casa y laven la ropa que se ha utilizado durante el viaje a la máxima temperatura posible”.