Momentos con Luis Rodríguez
José: “Me ha dejado plantado en el altar”
“Cuando estábamos planeando la boda, me dice que no se casa”
Madrid - Publicado el - Actualizado
7 min lectura
Quiero explicar una relación que he tenido con una chica. Empecé a salir con ella hace cinco años, y cuando estábamos planeando la boda, dando pagas y señales en el restaurante, en el crucero que íbamos a hacer, en un castillo donde nos íbamos a casar... me viene un día y me dice que no se casa.
¿Por qué te dice que no se casa contigo?
Me dice que no se casa y no me da ninguna explicación más. Me da una semana para sacar todos mis enseres del piso. Yo me quedo helado, porque ya habíamos presentado los papeles al Ayuntamiento, los padrinos de boda estaban avisados, el reportaje fotográfico y el banquete organizados.
¿Cómo reaccionas cuando te dice que no se casa?
Yo me quedo que me pinchan y no me sacan sangre.
¿También se negaba a vivir contigo?
Ella me dijo que se quedaba en el piso, que yo hiciera lo que quisiera.
Te pinchan y no te sacan sangre, ¿pero tú no preguntas qué ha pasado?
Le pregunto cuál es el motivo, y me dice: “Que no me caso y ya está, ese es el motivo.”
¿También te dijo que se separaba de ti?
No, eso lo tuve que deducir. Porque le dije: “Si no te casas, ¿eso qué quiere decir? ¿Esperamos un poco más porque no estás segura? ¿Yo me tengo que ir? ¿Qué es lo que tengo que hacer?” Me dice: “Yo me quedo a vivir en el piso, tú haz lo que quieras.”
¿Y te quedaste?
No. Le dije: “Yo, para estar en este plan, perdona que te diga, cojo mis enseres y me voy, con todo el dolor de mi alma.” Llamé a mi hermana y le dije lo que me pasaba. Me dijo que no me preocupara, que llamaría a mi cuñada para echarme una mano en sacar los enseres.
¿Y ella no te insistió? ¿No te pidió que te quedaras con ella?
No, en ningún momento. Yo ya tuve un par de enganchadas con ella y con su madre cuando estábamos planeando la boda, porque la madre decía a quién teníamos que invitar y a quién no. Entonces tuve que intervenir yo y decirle que quienes teníamos que escoger a los invitados éramos su hija y yo, no ella. Entonces se me puso como una moto, y me dijo: “Tú cuídate de tus invitados, que mi hija ya se cuidará de los suyos.”
¿Qué pasó después?
Tuve que pedir urgentemente una semana de vacaciones a mi empresa, porque estaba destrozado.
¿Ella te llamó? ¿Pidió verte? ¿Hablaste con ella?
Yo le decía que nos viéramos para aclarar las cosas, y ella se negaba rotundamente a verme.
¿Tú nunca has sabido por qué ella te ha dejado?
Sí, claro, lo he sabido después, al cabo de seis o siete meses de estar viviendo en casa de mi madre y de amigos en común que hemos tenido. Me dejó porque había otra persona. Estaba viéndose con otra persona mientras preparaba la boda.
¿Era una persona de su entorno?
No, se la habían presentado en el trabajo.
¿Y cómo lo llegaste a saber?
Por amigos en común.
¿Y después de haberlo sabido has hablado con ella?
No, porque a mí me ha costado mucho reponerme. Ahora nos hemos vuelto a encontrar, porque ella ha seguido frecuentando los mismos lugares que yo frecuento. Un día, mientras esperaba mesa en el restaurante, ha llegado ella con su nuevo novio y se ha puesto frente a mí a esperar mesa igual que yo, como si no nos conociéramos; y yo estar sentado en una mesa y ellos estar sentados en la otra.
Increíble.
Si yo la hubiera maltratado, le hubiera pegado o le hubiera dado mala vida sería normal que ella pasara por mi lado y no me dijera nada. Es muy fuerte.
¿Y después qué ha pasado con tu vida? ¿Qué has hecho después?
Voy del trabajo a casa y de casa al trabajo.
¿Has vuelto a tener pareja?
No, ni pensarlo.
¿Por qué ni pensarlo, José?
Porque el gato escaldado con agua fría huye. De esto va a hacer dos años y medio y no he vuelto a tener pareja. He salido con amigos, con amigas, hemos ido a cenar, hemos ido a tomar una copa... pero cuando ya veía yo que la cosa se encarrilaba a algo más que una amistad, yo lo cortaba por lo sano, porque me han hecho tanto daño que si alguien vuelve a estar conmigo, se lo habrá currado. Si lo puedo evitar, lo evito. Yo tengo una manera de pensar que, aunque esté muy bien con mi pareja, siempre pensaré: “Mira que si ésta me lo hace como la otra...”
¿Y tú has vuelto a saber últimamente de ella?
Sí, yo sé que ella estaba en trámites de casarse, porque justamente fue a adquirir los detallitos de la boda en el mismo sitio donde me conocían a mí, que eran amigos íntimos nuestros. Y claro, cuando voy a comprar el periódico, mi amiga de la librería me dice: “¿A que no sabes quién ha venido? Ha venido tu ex a buscar los detallitos de la boda; lo ha hecho para que te enteres.”
Lo siento mucho, José. Espero que la vida te sorprenda y que algún día te topes con esa persona que tú siempre soñaste, porque hay personas fieles, y personas nobles las hay.
Me va a costar mucho volver a confiar.
Hay que procurar curar las heridas, José. Tú eres joven.
Pero los años pasan rápido.
Por eso te digo que hay que procurar limpiar las heridas y curarlas, y vivir la vida cada día y a cada momento. Vivir la vida es disfrutar de tu día a día, de las cosas simples de la vida y pensar de lo que te has librado, porque de buena te has librado. Esta mujer te lo hubiera hecho también después de casarte.
Todos han llegado a esta conclusión.
Entonces mira el lado positivo.
MOMENTOS CON LUIS RODRÍGUEZ
Radio de madrugada con Luis Rodríguez.
La radio a oscuras...
Todos los días de 1,30 a 6 de la madrugada a través de Cope Cataluña y Andorra. “Momentos con Luis Rodríguez”, desde Cope Barcelona para todo el mundo.
La radio no decae, ni siquiera por la noche. Las horas profundas de la madrugada son un “non stop” a disposición de curiosos, insomnes, amas de casa, universitarios, profesionales, gentes de edad avanzada, jóvenes y adultos que coinciden en el cruce de caminos de uno de los males de nuestro siglo: la incomunicación en las grandes ciudades.
De día se va deprisa, a un ritmo frenético, no hay tiempo para nada y la radio se oye mientras se desempeña otra actividad. La madrugada, en cambio, es el tiempo de la calma, de la reflexión, el insomnio, la soledad, el darle vueltas a los problemas...
La radio se convierte entonces en compañera, en íntima amiga y, a veces, en tabla de salvación. A través del teléfono, Luis Rodríguez está a disposición de todos los que deseen ser escuchados. Eso explica la buena audiencia de “Momentos”, un programa donde los oyentes pueden ser escuchados y también comprendidos; explicar sus problemas e inquietudes.
A través del teléfono gratuito 900 40 20 32 son muchas las llamadas, las historias, las vivencias que se comparten en antena, creando el ambiente preciso para que el oyente se sincere y profundice sobre cualquier tema que haya elegido libremente. En “Momentos con Luis Rodríguez” la audiencia es la auténtica protagonista.
“Momentos con Luis Rodríguez” ha sido premiado en numerosas ocasiones por su labor social y cuenta con más de 1.800.000 seguidores en facebook.com/momentosluisrodriguez, así como más de 23.000.000 descargas de podcasts de las llamadas en la plataforma ivoox.com/momentosconluisrodriguez.
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