Momentos con Luis Rodríguez

Laia: “Hace unos cinco meses me metí en una agencia de escorts”

“Soy una chica joven y atractiva, y decidí tomar esta determinación. Me sorprende la frialdad con que me lo tomé. Al principio me costó mucho llevar una doble vida”

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

12 min lectura

Hace unos cinco meses aproximadamente me metí en una agencia de escorts. Escorts son las chicas que reciben dinero a cambio de acompañar a hombres.

¿Servicios sexuales?

Sí, responde Laia. Lo hago porque me encuentro en una situación sin trabajo y tengo que cubrir ciertos gastos. Soy una chica joven y atractiva, y decidí tomar esta determinación. Me sorprende la frialdad con que me lo tomé. Al principio me costó mucho llevar una doble vida.

Al principio te lo tomaste con frialdad, ¿y después?

Después fue normal para mí.

¿Ya no es doble vida?

Nunca deja de ser doble vida.

Porque las personas de tu entorno no lo saben.

No, lo que pasa es que todo esto dio un giro a los dos meses, cuando conocí a un chico, cliente, con el cual sentí un feeling muy fuerte. Yo le quería, y una de las cosas que me propuse fue que no me iba a enamorar ni iba a tener ningún tipo de relación con nadie que conociese de ese mundo.

¿Pero fuiste tú que te enamoraste de él?

Fue mutuo.

¿Lo habéis hablado?

Es mi pareja.

¿Es tu pareja? Entonces es un enamoramiento real.

Totalmente, y el sentimiento que hay es muy puro, de una intensidad que no te sabría describir ahora mismo. Lo he pasado muy mal en el amor. Por suerte o por desgracia conozco bastante bien a los hombres, y ya me aseguré muy bien de que no fuese un simple capricho o que él estuviera por algún motivo que yo pudiese malinterpretar. No ha sido así.

¿Esto te sucedió en el primer encuentro con él?

Sí. Yo llevaba dos meses. Hace tres meses que estoy con él. Cuando le conocí le dije que le había conocido en una situación un poco desagradable, y él me dijo que le daba igual dónde me había conocido; el hecho es que me había conocido. Valoré mucho eso.

¿Él sigue como cliente de la agencia donde estás?

No, porque yo ya no estoy. Lo he dejado hace dos semanas.

¿Y eso es bueno o malo para ti?

Depende, por eso te llamo.

¿Cuál es tu duda?

Mi duda es que yo dejé el trabajo porque encontré algo. Los sentimientos cada vez afloraban más. Era un sentimiento totalmente imparable. Tomé la determinación de dejarlo porque no me sentía muy cómoda. Sabía que no le estaba engañando porque me lo tomaba como un trabajo y hacía que no se confundieran los sentimientos con el placer, por decirlo de alguna forma. Pero me sentía mal. Cuando amo, amo de verdad y lo doy todo por la otra persona.

Te enamoraste de él, y aunque él no te pidió que lo dejaras, tú lo has dejado.

Sí, porque yo sabía que le estaba afectando.

Tú lo has dejado por amor y él está contigo por amor, y no le importa tu historia. Esta parte de la historia es bonita. ¿Cuál es el problema entonces?

Encontré otro trabajo, pero voy a tener que dejarlo porque no aguanto más la situación, porque no estoy nada a gusto. Estoy teniendo bastantes problemas. Estoy agobiada, me dan ataques de ansiedad, la gente que me rodea, gente tóxica, estoy muy quemada...

Y si lo tienes que dejar, ¿tiene algo de particular en cuanto a vuestra relación? ¿Os afecta en algo?

Sí, tengo que tomar la determinación porque necesito el dinero. Mañana por la mañana iré otra vez a la agencia.

Pero si vuelves a la agencia significa que acabas la historia con él.

No, yo con él estoy bien, le quiero con locura. Es la persona más importante ahora mismo en mi vida y cada vez tengo más claro que es el hombre con el cual quiero pasar mis últimos días. Él me ha demostrado en muchas ocasiones que no solamente es mi pareja; es mi amigo, es mi confidente, es mi amante.

Y llevas con él dos meses. Tú no le quieres dejar, pero quieres volver a la agencia, ¿por qué?

Me veo abocada a volver a la agencia, y siento que si no me sale un trabajo voy a tener que hacerlo.

¿Y él qué te dice respecto a esto?

Él no lo sabe.

¿Se lo dirías?

Creo que no.

Pero volverías a la misma agencia.

Cambiaría a otra agencia.

¿Y se lo ocultarías? ¿Tendrías la frialdad de ocultárselo?

Podría hacerlo.

Laia, supongo que tú eres una persona inteligente y no has perdido tu capacidad de razonar. Yo te pido que razones, con sentido común. Este trabajo es antagónico con el amor, con el romance. No puedes estar con diez hombres, o con ocho, o con siete, o con veinte, y al mismo tiempo tener un romance con este hombre que te quiere, que es tu amigo, tu compañero, de quien estás enamorada. No se puede tener las dos cosas a la vez. ¿Con qué cara le vas a mirar cuando llegues a casa? Lo tuviste que dejar porque te diste cuenta de que no era compatible. Ni siquiera te obligó él a dejarlo, fuiste tú. Y llegarás a la misma conclusión si vuelves a una agencia. Porque si tus sentimientos son verdaderos, y yo creo que lo son, no podrás compatibilizar las dos cosas, ¿no te parece? Es para volverse loco.

No te creas que esto no afecta, Luis.

Claro que afecta, naturalmente. Pero mira, Laia, si tú estás incómoda en este trabajo donde estás ahora mismo, es casi mejor sufrir eso que soportar la incomodidad de volver a casa y tener que tapar tu mirada, porque no vas a poder mirarle a la cara.

No sé qué es peor, Luis.

¿Por qué es incómodo tu trabajo de ahora?

Me siento frustrada, porque estoy rodeada de personas con las que realmente no puedo aspirar a mucho más.

Pero te resuelve el tema del dinero, el que tú necesitas.

Relativamente.

Tienes que reconocer, Laia, que esta ocupación acabará envileciéndote. ¿Sabes lo que es envilecer a una persona? Tu carácter, tu nobleza... Perderás, si no la has perdido ya, esa parte de inocencia que todos tienen, que es muy bonita cuando la ves en otra persona, en tu pareja. Perderás el romanticismo. Es que es incompatible. ¿De verdad crees que se puede mantener una relación romántica estando con veinte hombres al día, o con siete, o con cinco, o con dos, y luego volver a casa? Te volverás loca. Acabarás renunciando a esta persona mientras tú te sigues envileciendo. Los escalones son hacia abajo cuando estás en la agencia; cuando estás con esta persona a la que quieres los escalones son hacia arriba.

¿Y qué hago ahora, Luis?

Decidir lo mejor para ti, renunciar al dinero y elegir a la persona que te quiere, que es tu compañero, tu confidente, tu amigo, de quien tú te has enamorado. Cuando tú eliges a una pareja, lo que haces implícitamente es renunciar a todos los demás. Tú eliges a este chico y renuncias a todos los demás. Por eso es tu pareja. Si tú no renuncias a todos los demás, esta persona no es tu pareja, es uno más. Y eso es muy frustrante para ti, Laia. Para cualquier persona es frustrante. ¿Tú qué edad tienes ahora, Laia?

23 años.

Cuando tengas 30 años serás una vieja insensible, envilecida, que sólo verá lo material, sin brillo en los ojos y arruinada por dentro. Te verás fea aunque seas muy bonita y muy atractiva, y te sentirás mal contigo misma. La mayor parte de tus memorias serán memorias feas. Tienes que tomar una decisión, elegir, pero elegir con inteligencia.

Me siento mal a veces.

¿En qué momento te sientes mal?

Cuando soy consciente de todo lo que he hecho.

Si tú te sientes mal ahora que tienes 23 años, dentro de siete años te sentirás tan mal que no te vas a reconocer. Quizás conserves el atractivo físico, pero tu atractivo interior lo habrás perdido y no lo podrás recuperar, porque te sentirás fracasada.

Es como me siento ahora.

Pero ahora estás a tiempo de rectificar. Yo creo que estás en el momento más importante de tu vida. Tú vas a decidir lo que vas a ser en los próximos años de tu vida. ¿Tienes hijos, Laia?

No.

Algún día los tendrás, pero si tú continúas en este trabajo no querrás ni tener hijos. Se te marchará la inspiración, la nobleza, la buena fe, la inocencia. Además, no vas a tener amigas ni amigos, porque en ese mundo no hay amistades, y tú lo sabes. Te condenas a vivir en la soledad. Pero lo peor de todo es que vas a ser enemiga de ti misma, porque no te vas a gustar. Tienes que elegir. Ahora has conocido a alguien que te quiere, ¿le vas a perder? Él no va a seguir contigo cuando te descubra. Tarde o temprano se va a dar cuenta de que estás ahí, por mucho que se lo ocultes.

Esto es muy duro, Luis.

Es muy duro si continúas ahí, si no continúas ahí no. Tú puedes tomar la determinación de no continuar. Tienes que elegir dónde vas, hacia arriba o hacia abajo. Si vas abajo ya sabes lo que hay, pero estar con tu pareja te va a enriquecer, te va a hacer grande, vas a crecer, te vas a sentir estupendamente por dentro y por fuera, valorada por lo que tú eres, apreciada por lo que tú eres, querida por lo que tú eres. No tendrás que esconder nada de nadie, ni tendrás que hacer doble vida.

Hacer doble vida, Laia, es agotador, tienes que disimular siempre, ocultar, engañar... Tienes que tener muy buena memoria para que no te pillen. No puedes tener amistades normales, dejas a todos tus amigos porque tienes miedo de que un día te descubran. Eso es agotador. Es más bonito tener una pareja. No tienes que mentir, no tienes que hacer doble vida, no tienes que esconderte de nada... pero es una elección que tú tienes que hacer, Laia. La puedes hacer esta noche: “Decido que a este lugar no vuelvo más.”

Laia, Dios te envió un ángel para que salieras de ahí. No vuelvas.

(Laia llora) Yo lo pienso muchas veces, Luis. Pienso en qué sería de mí si no hubiera conocido a este chico. Le debo muchísimas cosas. En el fondo tengo muy clara la decisión que voy a tomar.

¿Cuál es?

No volver.

Claro que tienes clara tu decisión: no volver. Por eso has llamado aquí.

Necesitaba escuchar una voz amiga.

Si te puedo ayudar, yo, por mi parte, feliz y encantado. Yo sé que si tú has llamado aquí al programa y has contado esto (porque esto es difícil de contar) es porque no quieres volver ahí. Pues no vuelvas, Laia. Tienes que mantenerte fuerte. Yo creo que lo tienes claro, tienes que reforzar esta decisión.

Y aunque ahora lo pasarás mal, porque no tener el dinero que uno necesita o tener malos compañeros en una empresa no es agradable, pero aún siendo desagradable es mejor que la otra opción. La otra opción es entrar en un túnel en el que sabes cómo entras, pero no sabes cómo salir. Todos salen mal, salen cuando han perdido la vida, la salud, la juventud, la dignidad, la autoestima, el aprecio, la nobleza, la inocencia, la posibilidad de tener una pareja normal...

Tú ahora tienes la posibilidad de tener una pareja normal. En este momento los dos os podéis perdonar. Él te puede perdonar que tú hayas estado ahí, y tú también le puedes perdonar que él fuera a un lugar como este, porque os conocisteis allí. Os perdonáis y comenzáis de nuevo. No necesitas ocultarle tu pasado, porque te conoció ahí, pero te ama y está contigo. Eso significa que te quiere mucho. Y tú le perdonas que fuera a un lugar como este porque se ha enamorado de ti. Os aceptáis mutuamente, ¿sabes lo que es eso?

Pero si continúas ahí, no vas a sentirte aceptada ni por ti misma ni por tu familia. Al final pensarás que los que te conocen saben tu historia, no te vas a fiar de nadie, siempre con el miedo de encontrarte a alguien que conozcas... Es que no se puede vivir así. Te volverás paranoica, con miedos, desconfiada, empezarás a condenarte y a castigarte a ti misma. Luego, si entras en ese túnel por segunda vez, los escalones van hacia abajo, te vas a sentir fatal, te sentirás culpable... Tu vida va a ser una vida desgraciada. Lo que tú decidas ahora es lo que vas a ser el resto de tu vida.

Tú tienes esa capacidad. Yo creo que tú has llamado para esto, para decidir no volver. Y sé que lo puedes hacer. Tú tienes la fuerza de decidirlo.

Así será (lo dejaré). Gracias.

Te tienes que querer mucho, Laia. Eres bonita por dentro. Elige lo más inteligente para ti.

MOMENTOS CON LUIS RODRÍGUEZ

Radio de madrugada con Luis Rodríguez.

La radio a oscuras...

Todos los días de 1,30 a 6 de la madrugada a través de Cope Cataluña y Andorra. “Momentos con Luis Rodríguez”, desde Cope Barcelona para todo el mundo.

La radio no decae, ni siquiera por la noche. Las horas profundas de la madrugada son un “non stop” a disposición de curiosos, insomnes, amas de casa, universitarios, profesionales, gentes de edad avanzada, jóvenes y adultos que coinciden en el cruce de caminos de uno de los males de nuestro siglo: la incomunicación en las grandes ciudades.

De día se va deprisa, a un ritmo frenético, no hay tiempo para nada y la radio se oye mientras se desempeña otra actividad. La madrugada, en cambio, es el tiempo de la calma, de la reflexión, el insomnio, la soledad, el darle vueltas a los problemas...

La radio se convierte entonces en compañera, en íntima amiga y, a veces, en tabla de salvación. A través del teléfono, Luis Rodríguez está a disposición de todos los que deseen ser escuchados. Eso explica la buena audiencia de “Momentos”, un programa donde los oyentes pueden ser escuchados y también comprendidos; explicar sus problemas e inquietudes.

A través del teléfono gratuito 900 40 20 32 son muchas las llamadas, las historias, las vivencias que se comparten en antena, creando el ambiente preciso para que el oyente se sincere y profundice sobre cualquier tema que haya elegido libremente. En “Momentos con Luis Rodríguez” la audiencia es la auténtica protagonista.

Momentos con Luis Rodríguez” ha sido premiado en numerosas ocasiones por su labor social y cuenta con más de 1.800.000 seguidores en Facebook, así como más de 23.000.000 descargas de podcasts de las llamadas en la plataforma iVoox.com.

Todos los días de 1,30 a 6 de la madrugada a través de Cope Cataluña y Andorra. “Momentos con Luis Rodríguez”, desde Barcelona para todo el mundo.

Puedes comunicarte con Luis Rodríguez a través del teléfono gratuito 900 40 20 32 o bien contar tu historia escribiendo a luisrodriguez@momentos.fm.

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