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Cifras de epidemia: Casi el 20% de la población en Cataluña sufre soledad

El 12,6% experimenta soledad crónica, mientras que el público más afectado se encuentra entre los 18 y los 34 años

Redacción COPE Cataluña

Barcelona - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

Exactamente el 18,4% de la población en Cataluña se siente sola y un 12,6% sufre soledad crónica, tal como afirma el estudio 'Barómetro de la soledad no deseada en Cataluña 2024', de la Fundación ONCE y la Fundación AXA

La investigación, basada en 400 entrevistas hechas en Cataluña a mayores de 18 años, indican diferencias considerables entre sexos. El aislamiento involuntario incide en mayor medida a los hombres, con una cuota del 20,9% sobre el total de la población. Mientras tanto, el 16% de las mujeres sufren soledad.

La soledad nos puede llevar capítulos de depresión profunda

Además, el informe indica también que el 68,4% de la población que vive en situación de soledad crónica, la sufre desde hace más de 2 años. Por otra parte, hay un dato que preocupa: el 54,1% de los encuestados en soledad ha tenido ideas suicidas o autolesivas

En el estudio, también se han analizado qué grupos de edad son los que más la sufren. Los jóvenes entre 18 y 34 años son los más afectados, por delante del grupo de 34 a 54 años (18,9%) y del de mayores de 55 años (12,4%).

Hay factores que propician la soledad

La investigación indica que hay varios factores que implican una mayor probabilidad de sufrir soledad no deseada. Las dificultades económicas, ser joven, tener origen extranjero o vivir con discapacidad son algunos de ellos. 

Por otro lado, el informe indica que la población catalana con una mala salud autopercibida tiene 4 veces más probabilidades de sufrir soledad involuntaria que la población sana. Otro dato a tener en cuenta es que el 41,4% de los catalanes con problemas de salud mental se sienten solos.

      
             
      

Adrián Tuñón, uno de los autores del estudio, ha afirmado que la soledad no deseada puede tener repercusiones en la salud mental y física de las personas. 

Además, puede tener un impacto económico ya que este público tiende a utilizar en mayor medida los servicios de salud. Asimismo, ha indicado que tiene un impacto en el tejido social, ya que hace que la sociedad esté "menos cohesionada".

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