BANDAS
Los Latin Kings tenían pensado un ajuste de cuentas con armas de fuego en Cataluña
La Guardia Civil arresta a 34 personas en Cataluña que participaban activamente en las bandas "Latin Kings" a través de estafas, venta de droga, y crímenes con violéncia
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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La Guardia Civil ha prácticamente desarticulado la banda juvenil de los Latin Kings en Cataluña a raíz de una operación de la semana pasada con 32 detenidos y 13 registros en el área metropolitana y el Camp de Tarragona.
La organización se llamaba 'Reino Hispano' y estaba formada por cinco 'capítulos' o grupos territoriales localizados en Granollers, Rubí, Barcelona, Reus y Cubelles.
La mitad de los detenidos pasaron a disposición judicial y quedaron en libertad con cargos por los delitos de organización criminal, coacciones, amenazas, timo y tráfico de drogas. Entre los arrestados se encuentran los dos máximos dirigentes, así como cargos intermedios, miembros de base y aspirantes.
Según el juez de Reus, que ha supervisado la investigación, esta organización llevaba a cabo tanto actividades criminales relacionadas con las lesiones, amenazas, coacciones, homicidios y tentativas de homicidio hacia las personas, así como delitos de tráfico de drogas y contra el patrimonio. De forma organizada y con una marcada jerarquía, se distribuían en diferentes municipios.
Castigos para mantener la disciplina
También se constata que dentro del grupo 'Latin Kings' existe un "gran nivel de disciplina, con el fin de mantener la cohesión interna y la sumisión de sus miembros".
Para ello, "imponen castigos físicos y el ejercicio de una presión psicológica" para velar por los intereses del grupo que "son superiores a los intereses individuales de sus integrantes".
Por eso, apunta el escrito, que "es muy difícil abandonar el grupo, una vez se ingresa", ya que según el código interno de la banda, esto supondría "recibir golpes durante un tiempo determinado de mínimo 30 segundos o realizar actos humillantes como obligarles a realizar flexiones u otros ejercicios físicos similares hasta quedar exhausto", entre otros, ante el resto de miembros del grupo.
Compleja investigación
La investigación comenzó hace más de un año y medio cuando se detectó por las redes sociales y en las calles del centro de Reus la presencia de 'latin kings'.
Se les empezó a seguir presencialmente ya distancia y se descubrió que sus superiores controlaban otros 'capítulos' de Catalunya. También se empezó a investigar a los miembros de estos otros capítulos.
El capítulo de Reus y el de Cubelles se fusionaron y se llamaban 'Capítulo Costa', mientras que también estaba el de Granollers, el de Rubí y el Sagrada Família, implantado en las ciudades de Barcelona y de Hospitalet de Llobregat .
Una organización muy jerarquizada
Los dos máximos dirigentes de Cataluña eran dos supremas, un king y una queen. Por debajo de ellos, cada capítulo tenía su 'kings' o miembros, y sus dirigentes o 'coronas' eran la cabeza o 'primer corona', llamado 'inca', un segundo, llamado 'cacique', un tercero, 'jefe de guerra', destinado sobre todo a las acciones violentas, un 'maestro' y un 'tesorero', que gestionaba el dinero del 'cofre'.
Los 'maestros' son los que educaban a los 'fases', los aspirantes. De hecho, estos, a menudo menores de edad, no eran miembros de pleno derecho hasta pasados unos meses, cuando habían superado varias pruebas, como cometer determinados delitos, y les instaban a abandonar a sus familias.
Cada capítulo era autónomo en sus finanzas y control del territorio, y perpetraba delitos como tráfico de drogas de todo tipo, robos violentos o estafas telefónicas. Pero debían rendir cuentas a los dos 'supremas' y colaboraban entre sí cuando había peleas violentas importantes.
Se gestaba una venganza violenta
De hecho, uno de esos 'capítulos', el de Barcelona y L'Hospitalet, tuvo a finales de febrero una pelea con una banda rival, la Mara 13, que acabó con un 'latin' hospitalizado por una herida de navaja.
Esto les llevó a preparar la revancha, repartiéndose tareas de movilidad y ataque. Pero finalmente los jefes de la banda en toda Cataluña les ordenaron que abortaran el ataque. Contra su voluntad, acataron la orden.
La Guardia Civil tiene indicios de que el ataque podría haber causado heridas graves o incluso la muerte a algún miembro del otro lado.
Toda la operación 'Kamaleones' concluyó el miércoles de la semana pasada con la participación de unos 250 agentes de diversas unidades de toda Cataluña y venidas de otros sitios de España.
Se registraron 13 domicilios y se decomisaron machetes, puñales, una pistola eléctrica, una de aire comprimido, varias drogas, equipos de transmisiones y elementos identificativos de la banda, con sus tradicionales colores negro y dorado.
Se realizaron nueve detenciones en Reus, cuatro en Cubelles, nueve en Barcelona y L'Hospitalet, cuatro en Rubí y cuatro en Tarragona, además de los dos 'supremas', una de las cuales fue arrestada en el aeropuerto de Madrid Barajas cuando pretendía volar a su país de origen por la muerte de un familiar.
Entre los detenidos se encuentran cinco mujeres y dos menores de edad, que han ingresado en un centro de menores por orden de la fiscalía. También se ha investigado a dos miembros que ya estaban en prisión por un homicidio del 2023.
Entre los detenidos se encuentran personas de varias nacionalidades, entre ellas la española. La media de edad es de unos 25 años, y algunos de los arrestados son nacidos en España a pesar de tener origen latinoamericano. La mayoría tienen antecedentes por lesiones o amenazas.
En una rueda de prensa en la sede de la Guardia Civil de Barcelona, el teniente Miguel, del grupo de Información del cuerpo en Tarragona, ha explicado que los grupos eran autónomos, funcionaban de forma jerarquizada internamente, pero al mismo tiempo colaboraban entre ellos.