Radio Los Castillos, la radio del cole

Entramos en un estudio de radio. No es un estudio profesional, pero poco tiene que envidiar a los auténticos.Tiene las paredes acolchadas para evitar el eco, tiene una mesa de mezclas donde trabaja un técnico de sonido, aunque la “pecera” no es realmente de cristal, sino una gran lámina de plástico.

Al otro lado del técnico está la mesa con varios micrófonos, cada uno con sus auriculares y lo único que le falta es la luz roja que te avisa que “estás en el aire”, es decir, que se está emitiendo.

Sentados alrededor de la mesa hay varios alumnos, de varias edades, desde los 13 a los 17. Todos con sus auriculares y todos hablando por los micros de distintas cosas: de deporte, de aficiones, de vez en cuando hacen una pausa.

Aquí no hay publicidad, pero ponen música. A veces hablan en inglés, en francés, en alemán... Hacen un auténtico programa de radio con su cabecera y single: “Estamos en radio Los Castillos, retransmitiendo en directo, desde Alcorcón y parte del Universo...” Se emite por la megafonía del colegio y a través de una plataforma de Educamadrid de la Comunidad de Madrid.

A estos chicos les gusta la radio, y prueba de ello es que acuden a este taller durante el recreo.

Antonella, Luis,..., bajo la batuta del profe, Nacho

Antonella dice que lleva 2 años. Es la directora. Se la ve hablar con soltura. Incluso le dice al técnico que le suba en nivel porque se escucha un poco bajo.

Luis tiene 13 años y ya lleva 2 haciendo de técnico de sonido. Le encanta la música y la tecnología y se nota que lo domina.

Al frente de este equipo también está Nacho. Es profesor de Biología, pero se encarga también de la radio escolar. Es un enamorado de la radio, dice, “mi madre me ponía el transistor cuando era un bebé para que me durmiera...” Más que dirigir el programa, lo que hace es presentarlo, les da pie a los chicos y son ellos los que se encargan de todo lo demás. Se les escucha con soltura, incluso han ido algún evento donde han entrevistado algún personaje relevante.

Les gusta el medio, dicen, porque prefieren que no se les vea la cara. Además, es una actividad integradora. Algunos, recién llegados al cole acudían al taller porque no tenían muchos amigos, ahora están encantados con la experiencia.

No podemos meter a todo el colegio aquí, nos cuenta Nacho, pero son muchos los que participan y a todos les encanta.