El calvario de los vecinos de Simancas con los 'okupas': "Esto está de pena, no se puede ni pasear"

Los vecinos de este barrio situado en el distrito de San Blas están hartos de convivir con la delincuencia que estos grupos generan en sus calles

Redacción COPE Madrid

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La 'okupación' es un problema cada vez más extendido en toda España. Durante el año pasado la media de ocupaciones diarias fue de 46 , y según la Plataforma de Afectados por la Okupación, en España hay unos 100.000 inmuebles okupados. En Madrid, uno de los barrios más afectados por la ocupación es Simancas, situado en el distrito de San Blas. Uno de los locales ocupados que más molestias está causando es el situado en la calle Zaldívar. Su dueño, Fernando Basante, compro el local hace año y medio y se lo encontró ocupado.

Desde entonces hasta ahora, el local ha sufrido hasta cuatro ocupaciones consecutivas ante las que Fernando lamenta haber "llegado tarde". Basante asegura que este tipo de ocupaciones no son un problema solo por el hecho de que el dueño pierda el acceso a su propiedad, sino que además son núcleos de delincuencia que deterioran el barrio. Además de las obras y los enganches de luz y agua ilegales (que suponen un peligro para los vecinos), uno de los grandes problemas que la ocupación trae consigo es el narcotráfico.

Según contaban Fernando y varios vecinos de la zona, la cantidad de drogadictos que frecuentan el local de la calle Zaldívar y otros cercanos en busca de una dosis es cada vez mayor: "El reguero de gente que hay durante todo el día para comprar la papelina es tremendo", relataba Basante. Los vecinos de la zona están hartos de la situación. Una mujer que lleva más de 30 años viviendo en el barrio y que desde su ventana ve a diario como las calles por las que paseaba con sus hijos se han convertido en un oasis para ladrones y drogadictos, lamentaba esta situación "Yo me vine aquí a vivir cuando tenía 21 años y esto era maravilloso, antes nos íbamos al parque y comíamos con una manta en el suelo. Ahora esto está de pena, no se puede ni pasear con los hijos".

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La policía no puede hacer nada

Uno de los grandes problemas de la ocupación es la poca capacidad que tiene la policía de actuar. No pueden entrar en los inmuebles ocupados sin una orden judicial a no ser que el delito se esté cometiendo en el momento en el que llegan. Fernando, pese a recalcar que está muy agradecido con la Policía judicial de San Blas, comenta que "no tienen respaldo legislativo para actuar con más contundencia, están atados de pies y manos".

Cada vez se tarda más en que las denuncias se hagan efectivas. Desde el año 2018, el plazo que se tardaba en desalojar una ocupación ha subido desde los 12 meses hasta los casi 21. Además, se da la irónica situación de que la víctima de la ocupación se puede convertir en el acusado si se le ocurriese la idea de cambiar la cerradura de su propiedad para evitar que los ocupas volviesen a entrar porque está considerado como un delito de coacción, que puede conllevar penas de entre 6 meses y 3 años en los casos más graves.