Más de la mitad de las colecciones de la Biblioteca Nacional están en la sede de Alcalá de Henares

COPE entra en la segunda sede de la BNE donde se guardan millones de ejemplares en papel y en otro tipo de soportes como microformas, audiovisual o electrónico

Mamen Vizcaíno

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Hablar de la sede de la Biblioteca Nacional en Alcalá de Henares es hablar, entre otras cosas, de cifras EN MAYÚSCULAS. Ubicada en el campus de la Universidad de Alcalá de Henares, en la carretera de Alcalá a Meco alberga una parte importante de los documentos de la BNE y que, por cuestión de espacio, no caben en la sede del Paseo de Recoletos. En ésta hay 59 depósitos, uno de ellos robotizado. Es fácil perderse entre los grandes números pero Beatriz Albelda, Jefa del Área de Coordinación de Colecciones nos da algunos detalles: “tenemos que hablar de estimaciones, pero para que la gente se pueda hacer una idea aquí tenemos 250 kilómetros lineales de estanterías, hay más de 6 millones de monografías, más de medio millón de carteles, más de 50.000 mapas. La joya de la corona -dice mientras sonríe- es la colección de prensa española, salvo la del año en curso, que ocupa 92.000 metros lineales”.

Libros en estantería

Estas cifras representan solo una parte de lo que supone tener en la Comunidad de Madrid una segunda sede de la BNE. Sólo el número de monografías que entra cada mes podría ser el fondo de cualquier biblioteca tradicional. Eso sin contar otro tipo de fondos porque en esta sede también se encuentran ejemplares de la producción artística de España en otros soportes además de en papel.

Foto mesa

La conservación de los materiales es esencial, “es muy importante -comenta Beatriz Albelda- que se garanticen unos determinados estándares, que sean adecuadas las condiciones de humedad, temperatura o luz. Hay que seguir unos hábitos de trabajo sencillos, pero esenciales, en la limpieza de los depósitos, que no haya nada por medio más allá de ponerse guantes para manipular las obras”. El centro dispone de un Departamento de Conservación y Restauración, cuenta a COPE Óscar García, bibliotecario de la sede de Alcalá de Henares “que nos da pautas y recomendaciones” que nosotros seguimos.

Edificio

Depósito robotizado: el valor del espacio

Entre los 59 depósitos que hay en la sede de Alcalá de Henares uno está robotizado; “es una solución que se dio en el año 2000, comenta Albelda, y es mérito de los bibliotecarios de la época” que se anticiparon a las necesidades y vieron que era una buena forma de ganar espacio y agilizar el proceso de depósito y consulta.

La torre en la que está ubicado es un gran silo que “almacena 2,5 millones de monografías distribuidas en estanterías según su tamaño -explica Eva Mínguez, Jefa del Servicio de Acceso al Documento-. Hay tres tallajes de libros, de 0 a 20 centímetros, de 20 a 30 centímetros y de 30 a 40 centímetros”. Una vez más, lo que se persigue es aprovechar el espacio al máximo porque la producción artística crece de forma vertiginosa y el espacio donde guardarla no lo hace al mismo ritmo.

La instalación requiere de un mantenimiento especial, de “actualización del software, migrarlo a versiones más actualizadas”, es una estructura compleja en la que hay que cambiar piezas y aunque alguna vez se ha estropeado tiene un funcionamiento impecable: el robot extrae una bandeja entera y de ella un libro concreto. El hueco que deja ese volumen se aprovecha con otro ejemplar que estaba pendiente de colocación. En un solo movimiento se hacen dos trabajos: “puede parecer caótico, pero en realidad es lo más práctico”.