Esta es Marieta, la primera menina con síndrome de Down en la Comunidad de Madrid

Marieta es una niña de 11 años y también un ejemplo de inspiración para su madre, María Doussinague, y para los artistas que le han ayudado a crear esta obra de arte, El Taller de María

Carlos Murillo Sedano

Publicado el

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Las calles de Madrid se visten de gala desde el 15 de noviembre hasta el 15 de diciembre para recibir en su séptima edición a las particulares meninas de Velázquez. Una increíble iniciativa que este año, por primera vez, una de las figuras de las damas de honor de la infanta Margarita representará a las personas con síndrome de Down. Habrá también una mujer del cuerpo de Bomberos de la capital y otra en homenaje al comercio de nuestro país y los mercados municipales. Las 30 meninas estarán en las calles de los distritos de Centro, Chamartín, Chamberí, Moncloa-Aravaca y Salamanca.

Con el nombre Marieta, con el que ha sido bautizada a la primera menina con síndrome de Down de la Comunidad de Madrid, se hará gala de "todo lo que las personas con síndrome de Down pueden hacer, si se les da la oportunidad y si se les presta a cada uno el apoyo que necesita". Así lo ha expresado María Doussinague, impulsora de la menina que lleva el nombre de su hija de 11 años con síndrome de Down, una iniciativa en colaboración de ‘El taller de María’, en el marco de la 7ª edición de ‘Meninas Madrid Gallery’.

 marieta

María Doussinague ha explicado que se trata de "un proyecto de visibilización del síndrome de Down en la ciudad de Madrid, una ciudad inclusiva, donde todos somos iguales, donde el valor de todos y cada uno de nosotros es el mismo, y que nos acoge a todos con brazos abiertos, con independencia de los cromosomas que tengamos o de nuestras capacidades". Pero, ¿Quién o quiénes han sido los artífices de esta menina? Es un trabajo compartido, por un lado esta María, la madre de Marieta, que un día paseando por Madrid vio una menina de Cristina Oria y se le ocurrió la idea de hacer una con la imagen de su hija, pero que reflejara también a todas las personas que tienen síndrome de Down.

Las cosas más llamativas de esta menina es que tiene unos cascos naranjas en la cabeza, porque le gusta mucho la música; la cara, que es la viva imagen de Marieta; un bolso con un teclado y un ordenador, que representa lo trabajadora que es, y una maleta marrón con una pala de pádel porque le gusta el deporte y muchas pegatinas de diferentes países del mundo que representa que una persona con esta discapacidad tiene las mismas oportunidades que las demás, y que puede viajar y recorrer el mundo como una persona normal. Todos somos iguales. 

Otras de las peculiaridades de la figura es que en su mano izquierda tiene un pequeño tatuaje en forma de flecha que simboliza el movimiento estadounidense `Lucky Few Tattoo´, que significa "Unos pocos afortunados", y representa los tres cromosomas que tienen las personas con este síndrome. Y en su espalda, a parte de tener un código QR con información sobre las personas con síndrome de down, tiene sobre impresionado T21, que es tener una copia extra de un cromosoma, pero lo que llama la atención de este dibujo es que dentro de la letra y de los dos números, hay más de 900 nombres con personas con síndrome de Down que se han apuntado para formar parte del proyecto. 

Marieta junto a su menina

EL CROMOSOMA DE MARIETA

Pero la madre de Marieta no lo ha hecho sola, ha tenido la ayuda de `El Taller de María´, que está formado por un grupo de escultores que han ayudado durante los dos meses del proceso a crear esta obra de arte. 

      
             
      

Isabel y María conocieron a María Doussinague a través de las redes sociales, y se desvirtualizaron en un evento: la conexión fue instantánea. “En El Taller de María hacemos misterios y figuras de carácter religioso, en un principio sólo para la época navideña, pero después abrimos el negocio para encargos y regalos”, explica María, a quien Isabel ayuda en su taller. Cuando recibieron la propuesta no lo dudaron: “Cuando nos asignaron el proyecto, nos quedamos paralizadas. ¿Dónde íbamos a poner la menina?”. Normalmente, son llevadas a los talleres de los artistas, pero en el caso de este grupo artístico decidieron instalarla en el salón de la casa de Marieta. Así ella, cada día, visitaba a su alter ego y veía cómo iba avanzando ese espejo en el que se mira cada mañana.

Esta versión de la mítica figura de Velázquez destacará por representar a una persona joven con síndrome de Down “que trabaja, que está feliz con lo que es y feliz con la vida que tiene”. Pero sobre todo, señala María Doussinague, “Marieta hace feliz a todo el mundo que la rodea. Es una persona capaz de iluminar una habitación entera”.

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