Viaja de Madrid a Bali y cuando está en plena playa le sorprende un hombre con una extraña petición: “Estoy flipando”

Le ha pasado a una joven que se llama Jana y contaba su rara experiencia a través de su cuenta de TikTok

Alamy Stock Photo

Bali

Ana Rumí

Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

Ahora que estamos a punto de cerrar el año (apenas quedan unas semanas), se nos empiezan a ocurrir nuevos propósitos que cumplir de cara al año que viene. Y esta vez, nos repetimos, tenemos la firme intención de cumplirlos de verdad. 

Queremos que no nos absorba tanto nuestro móvil ni las redes sociales, que tengamos más arranque para hacer deporte y que seamos constantes, o comer mejor, igual que leer más. Son propósitos que suelen ser universales a cada uno y que, en mayor o menor medida, intentamos llevar a cabo.

Video thumbnail

Por supuesto, no todos tienen que ser objetivos elevados, sino que también puede haber algunos que se enmarquen dentro del ocio, como el tan extendido de viajar. Siempre nos ponemos algunos destinos en mente a los que queremos ir, y el objetivo es ahorrar para hacer ese sueño realidad.

Podemos decir que, sí, muchas veces llegamos a cumplir con esas metas y nos vamos al otro lado del mundo como quien no quiere la cosa. Destinos como Australia, Nueva York, Tailandia o Bali suelen estar en la mente de muchos y, también, entre los recuerdos.

Si no que se lo digan a Jana, una joven de Madrid que se ha ido hasta Bali y ha experimentado un sinfín de aventuras mientras estaba ahí. Una de ellas, la verdad, le ha dejado sin palabras.

La sorpresa que se ha llevado con la petición de un hombre en plena playa

Jana estaba tan tranquila en la playa por la noche (tranquilo, que suponemos que en una zona turística libre de cualquier peligro) cuando un joven se le acercó.

      
             
      

Hasta ahí, podría haber sido todo normal, si no hubiera sido porque este hombre le hizo una extraña petición mientras ella estaba en su toalla. Se le acercó, y le pidió que le guardara las cosas.

Ella se quedó muda, porque pensó que el hombre se iría a bañar, pero pensó que era raro porque era “de noche y no tenía toalla”. Fue entonces cuando empezó todo a ponerse bien extraño.

Y es que el hombre se puso en plena orilla a hacer un baile extrañísimo, como de “peonza”, mientras daba vueltas locamente llegando a “marearse”.

      
             
      

En una de esas, se acercó otra vez a Jana, y le pidió que, si se iba, le avisara para retirar sus cosas. Después de esos bailes extraños, pasó a recoger todas sus cosas y se fue por donde había venido, también, de una forma muy curiosa.

Al final, Jana solo acertaba a decir “estoy flipando”.

Fracaso en el carné de conducir por este error

Cuando uno llega al centro de exámenes de la DGT para examinarse del carné práctico, le empiezan a temblar las piernas, las manos, y sientes que nada de lo que has aprendido será suficiente. 

      

Afortunadamente, es un sentimiento que se te suele pasar cuando te pones al frente del volante, te relajas y piensas que has venido a demostrar todo lo que has aprendido en los meses anteriores.

Sin embargo, con esa situación de nervios, muchas veces te nublas y acabas cometiendo errores que ni siquiera son de principiante.

Es lo que le pasó a este alumno de unas autoescuelas repartidas por Vizcaya. Él, tal y como contaba su profesor a través de un vídeo de TikTok, se subió al coche y lo arrancó sin hacer algo fundamental: quitar el freno de mano.

Aprendiendo a conducir

Puede que hubiera sido un error en el que nadie hubiera reparado si se hubiera corregido pronto, pero lo cierto es que todo empeoró cuando empezó a sonar una música que alertaba de que “o bien no te has puesto el cinturón, o que no has quitado el freno de mano”.

Lo cierto es que el profesor, por quitar un poco de hierro al asunto, preguntó al examinador qué era esa música, y él, intentando pasar por alto esa falta, le preguntó a ver si era la radio.

Sin embargo, el alumno comenzó a ponerse todavía más nervioso y fue a quitar la radio, pero ya estaba quitada, por lo que, en realidad, la encendió. “Entonces, ya se ha asustado y ya la ha liado” decía el profesor.

Con ese historial de catastróficas desdichas, el alumno no superó la prueba. Pero, por supuesto, eso no significa que no se lo vaya a sacar nunca, solo hay que perseverar.

Temas relacionados