Rubén Rondón: "Doy las gracias a los que me hicieron bullying porque me han hecho campeón"

Las Rozas acoge este sábado, 28 de septiembre, la pelea entre el púgil vallisoletano y Joselu Martínez por el título nacional ISKA de Muay Thai

Darío Novo

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Las calles cruzadas, a menudo oscuras, pero brillantes de Carabanchel -un barrio humilde y de 'curritos' de Madrid- alberga uno de los tres gimnasios en los que se prepara Rubén Rondón. Practica Muay Thai, un arte marcial que tiene su origen en Tailandia. Si en el boxeo se utilizan los puños y en el kick-boxing puños y piernas, aquí se suman las rodillas y los codos.

"Es el chico que es modelo", dicen dos chicas en recepción cuando pregunto por él. Suena el teléfono y oigo, al otro lado, un "ya llego".

Rubén tiene los ojos azules y mide más de un metro ochenta. Además de su profesión de peleador profesional es modelo. "Me he traído este casco completo porque pasado mañana grabo un anuncio para Mediaset", dice sonriente, con voz calmada, como si no importara que, en cinco minutos, esté 'aporreando' - y siendo aporreado- en una clase entera dedicada al 'sparring', a zurrarse unos contra otros.

Lo de ser modelo salió de casualidad. Le llamaron de una empresa de Murcia, fue y le cogieron. Desde entonces, ha sido la imagen de muchas de las marcas cuyas fotos nos encontramos en revistas o en las marquesinas de los autobuses.

Este mes continúa sus estudios de interpretación porque también le llama la atención lo de ser actor. Su tío, que es su manager, con quien comparte casa junto a su primo en el madrileñísimo barrio de Usera, es Antonio García, intérprete en el llamado cine quinqui con el que rodó películas míticas del género como 'El Pico'.

PELEADOR  POR NECESIDAD

"Ilia Topuria ha supuesto una revolución porque ahora los chicos quieren ser como él", dice Rondón. Y cuenta, casi avergonzado, una anécdota. A través de sus redes sociales (más de 80.000 seguidores en Tik-Tok y 17.000 en Instagram) le escribió la madre de un chaval de 12 años que había perdido el miedo a ir a clase por apuntarse a boxeo tailandés y que, de ahí en adelante, quería ser como él.

Por cosas como estas "todo ha merecido la pena", cuenta el púgil. En su Valladolid natal Rubén creció siendo un niño tímido y vulnerable, "un friki de los ordenadores", y eso le hizo sufrir ataques despiadados en el colegio de un barrio conflictivo hasta que dijo 'basta'. Se apuntó a Karate y brilló en el tatami pero, también, en la calle. "Una vez vinieron tres a robarme el bocadillo y acabaron mal", sonríe.

Su desdicha no acabó ahí. Al llegar al instituto, se encontró a ese mismo grupo de chavales en su clase. "El Karate ya no me valía y decidí apuntarme a Muay Thai porque era el más duro", recuerda. Así pudo defenderse y formar, sin entonces saberlo, la que hoy es su vida.

Tiene claro qué le diría hoy a los que le hicieron aquello. "Gracias. Gracias por hacerme bullying porque me han hecho campeón".

De Valladolid al éxito

Valladolid guardaba una última puñalada a Rubén. Tras el divorcio de sus padres, su progenitor le echó de casa por su mala relación con su nueva mujer. Ahí decidió viajar a Guadalajara con su madre, por la que siente pasión. Y su vida despegó.

Se centró en su sueño y desembarcó en Madrid. Cuenta su llegada a la Gran Vía casi como algo de Paco Martínez Soria, "flipando con la altura de los edificios". Su tío condujo su carrera y le apoyó hasta ser, con 23 años, cuatro veces campeón de España y dos del mundo.

El siguiente reto es ser campeón nacional ISKA el 28 de septiembre en Las Rozas. En la que es quizá la competición más importante de España, luchará por el cinturón con Joselu Martínez, un peleador de estilo, combate limpio, otra joya de la corona hispana de las artes marciales y los deportes de contacto.

Concluye cuando suena la bocina del gimnasio que indica el final del asalto. Descansa y echa la vista atrás.

A unos días del que puede ser el combate que le haga saltar al circuito profesional mundial como Glory Kick Boxing, recuerda a aquel niño vulnerable que hoy le diría al actual campeón "eres diferente, sigue así".

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