La DANA alivia a los agricultores de Alicante: "Nada empaña la bondad de esta lluvia"
Las precipitaciones no causan daños en el campo y ahorran dos riegos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La lluvia de los últimos días está suponiendo un alivio para el campo alicantino, castigado por la sequía de los últimos meses. Las precipitaciones recogidas durante la actual DANA, con entre 40 y 60 litros por metro cuadrado de media con puntas de 200, permitirán ahorrar dos riegos en las explotaciones agrícolas del sur de la Comunitat Valenciana.
Así lo ha concluido el responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, el catedrático Jorge Olcina, en torno a la incidencia de un episodio que ha caído "sin fuerza y sin hacer daño" en toda la provincia alicantina y con valores más altos en las comarcas de l'Alcoià, El Comtat y la Marina Alta, donde se han recogido entre 100 y 150 litros por metro cuadrado.
Mientras tanto, los agricultores alicantinos también celebran este episodio de precipitaciones. "Está siendo muy buena y positiva para el campo. No ha sido torrencial y ha empapado muy bien el suelo. Además, no tenemos noticias de que haya causado daños", afirma a COPE José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante.
A excepción de algunos momentos, esta lluvia "ha caído de forma regular y continua" y permitirá "garantizar los abastecimientos en lo que va de verano e, incluso, en la agricultura" ya que supondrá "como mínimo un par de riegos", añade Olcina. El experto explica que las DANA de primavera mueven menos cantidad de agua y de energía que las de septiembre y octubre porque el mar Mediterráneo está menos caliente, lo que explica que en esta ocasión no se hayan generado inundaciones importantes sino que únicamente haya habido crecida de barrancos y ramblas sin daños de importancia.
Tras valorar la alerta de AEMET, que refleja que España cuenta con "un buen sistema de avisos meteorológicos", Olcina ha indicado que estas DANA que se instalan en el Estrecho descargan en los primeros 100 ó 150 kilómetros desde la línea de costa, sin penetrar más allá en la península Ibérica. Esto impide que la lluvia repercuta positivamente en la cabecera de las cuencas y, en el caso que afecta al sur de la Comunitat Valenciana, en la parte alta del río Tajo.
Ante esta situación, el experto ha afirmado que todo conduce a "un nuevo modelo de abastecimiento, planificación y gestión del agua" basado en el aprovechamiento de estas aguas pluviales, así como en la depuración, reutilización y la desalinización. "Con eso, nuestra agricultura puede funcionar perfectamente", ha recalcado Olcina, quien ha subrayado que hay que "depender menos de la cabecera del Tajo y más en lo que cae en el Mediterráneo, en la reautilización y en la desalinización".